Así mismo, existen diferentes tipos de créditos que se pueden acomodar a la necesidad de determinada persona, según sus finanzas y necesidades, que puedan ayudar a dar un impulso importante en la búsqueda de cumplir un objetivo.

Por ello es importante tener conocimiento de los tipos de crédito que hay con el fin de, a la hora de pedirlo, sea el más conveniente para sus bolsillos.

(Vea también: ¿Estuvo reportado en Datacrédito? Cinco ‘tips’ que le ayudarán a que le presten más plata)

Tipos de crédito que puede pedir en los bancos

Crédito comercial

Este tipo de préstamo es solicitado por personas naturales o jurídicas para poder financiar los costos el desarrollo de la actividad productiva y económica organizada.

Por ejemplo, si una empresa necesita comprar materia prima para realizar sus productos, con un crédito comercial puede financiar esa compra. También está la compra de maquinaria, de mercancía para la venta, o el financiamiento de cuentas por cobrar cuando se hace una venta a plazos.

Un aspecto importante de este tipo de crédito es que se debe contar con la certeza de las ganancias. Es decir, para conservar la liquidez, es necesario saber que recibirá dinero de la misma actividad productiva en la que está invirtiendo.

Crédito de consumo o libre inversión

Este es un tipo de crédito que está diseñado para financiar la adquisición de bienes de consumo y que puedas suplir diferentes necesidades como cubrir algunos gastos imprevistos, financiar parte de sus estudios, invertir en bienes y servicios, realizar un viaje, entre otros. El crédito de consumo o libre inversión es uno de los más populares entre las personas naturales.

Microcrédito y Pymes

Gracias a este tipo de crédito, las pequeñas y medianas empresas pueden cubrirlos gastos relacionados con sus actividades productivas, sus gastos administrativos o de recursos humanos.

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Crédito garantizado

Este tipo de crédito funciona bajo unas condiciones particulares.

Aquí, el préstamo debe ser respaldado por una garantía real. Por eso, el deudor ofrece un bien propio para respaldar el pago de la obligación.

Crédito personal

En este tipo de crédito, además de la persona que solicita el préstamo, otra persona o entidad garantizará el pago de la obligación. A esta persona se le conoce como codeudor.

Crédito hipotecario

Es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda. La propiedad adquirida queda en garantía o “hipotecada” a favor del Banco para asegurar el cumplimiento del crédito.

Crédito de libranza

El crédito por libranza se caracteriza porque las cuotas se descuentan directamente del pago de nómina o pensión, por lo cual es normal que haya más confianza por parte de las entidades en este tipo de producto ya que se facilita el recaudo de las cuotas y los clientes no tienen que preocuparse por realizar sus pagos cada mes, pues se descuentan automáticamente.

Los créditos bajo esta modalidad son ideales para cubrir necesidades de dos tipos: los primeros, asuntos que no dan espera como el pago de obligaciones que, de no poderse cancelar oportunamente, implican el crecimiento de la deuda por cuenta de los intereses y también para mejoras locativas muy necesarias para poder trabajar y estudiar desde casa.

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El otro tipo de necesidades son las no planeadas, como reponer un electrodoméstico que se daña, actualizar algún equipo tecnológico, los servicios odontológicos o médicos, gastos de emergencia e incluso los viajes o promociones significativas en el mercado.

Crédito rotativo

Este tipo de crédito revolvente, también conocido como un cupo de crédito personal reutilizable, es muy llamativo para personas que necesitan contar con recursos y flujo de caja constantemente. Aquí el banco le brinda un préstamo con un cupo inicial y este se va renovando constantemente a medida que realice abonos a su deuda.

Finalmente, recuerde que, al momento de pedir un crédito, este se acomode de la mejor manera a sus necesidades y finanzas, con el fin de poder responder por el mismo a determinada entidad financiera y no termine con una gran deuda en la que no pueda responder.