La revista Semana tuvo acceso a unos documentos que muestran que Escobar, cuando trataba de convertirse en un político del Partido Liberal y ya se especulaba que tenía nexos con la mafia, repartió sus bienes entre su esposa, Victoria Eugenia Henao, su entonces único hijo, Juan Pablo, sus padres, sus hermanos y una tía.

En el libro ‘Mi Padre’, escrito por Juan Pablo Escobar (hijo), se hace referencia a este testamento: “Estábamos dispuestos a cumplir al pie de la letra su voluntad expresada en que el 50 por ciento le correspondía a mi madre como socia conyugal, el 37,5 era para mí y el 12,5 restante, denominado la Cuarta de Libre Disposición, para mis abuelos, Hermilda y Abel, para mis tíos paternos y una tía suya”.

Sin embargo, en ese documento no se menciona cifras de dinero, sino una lista de obras de arte que, de acuerdo con el medio impreso, ya fue vendida en el país.

Cuando nació su hija Manuela y empezó la persecución contra los extraditables, Pablo Escobar redactó un nuevo testamento en el que excluyó a algunos hermanos y mencionó una fortuna de 120 millones de dólares, una cifra inferior teniendo en cuenta que la Revista Forbes había dicho que la fortuna del capo a finales de los ochenta era de 3.000 millones de dólares.

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Estos documentos tomaron revuelo tras la orden dada en marzo de 2018 por el juez primero penal del circuito especializado de extinción de dominio de Antioquia, de aplicar este mecanismo a 16 inmuebles que estaban a nombre de la madre y hermana de Popeye, uno de los lugartenientes del mafioso.

La decisión también afectó a dos locales comerciales ubicados en Domo, un centro comercial de El Poblado y un carro Mercedes-Benz modelo 1997 que era propiedad de Victoria Eugenia Henao Vallejo, esposa de Escobar, resaltó Semana, en un informe publicado hace varios meses.

El secreto para que estas y otras propiedades que están siendo investigadas no se hubieran conocido antes fue que la familia entendió el porcentaje de la fortuna que Escobar había destinado para ellos y se hicieron “acuerdos privados para cumplir el testamento”, según un apartado del libro ‘Mi Padre’.

“Los bienes eran en su mayoría rurales, lotes en Medellín, la casa azul de Las Palmas, un apartamento cerca de la Cuarta Brigada y la casa del barrio Los Colores”, reza otra parte del escrito de Juan Pablo Escobar.

Tiempo después de su muerte, varias de sus propiedades más conocidas fueron convertidas en lugares turísticos. La Hacienda Nápoles es un parque temático, ‘La Manuela’ (la finca que el capo construyó en homenaje a su hija y que fue atacada por paramilitares), es un campo de práctica de ‘paintball’ y la Casa Malca en México ahora es un hotel 5 estrellas.