Por: El Colombiano

El Colombiano es un grupo editorial multiplataforma con más de 110 años de existencia. Nació en la ciudad de Medellín en Antioquia. Fundado el 6 de febrero de 1912 por Francisco de Paula Pérez, se ha especializado en la investigación y generación de contenidos periodísticos para diferentes plataformas en las que provee a las audiencias de piezas mult...

Este artículo fue curado por Santiago Avila   Ago 14, 2023 - 11:04 am
Visitar sitio

Después de tres meses de mensajes contradictorios y salidas en falso, muchos usuarios de EPM todavía no sienten en sus facturas el alivio tarifario en el servicio de energía que fue lanzado con bombos y platillos desde mayo pasado por el alcalde de Medellín Daniel Quintero.

(Lea también: Claro, EPM y Enel: revelan la empresa de servicios públicos que más gana plata en Colombia)

Pese a que desde entonces, tanto el mandatario como el gerente de EPM, Jorge Carillo, presentaron la medida como un alivio casi inmediato, asegurando que sería cuestión de semanas para que la rebaja apareciera en las facturas, muchos hogares denuncian que los cobros aún no retroceden.

Si bien en los documentos oficiales que publica la compañía las tarifas se han venido reduciendo desde junio a un ritmo mensual del -0,6 %, dicho alivio está sujeto a múltiples minucias que fueron dejadas a un lado cuando se lanzó la medida, causando confusión entre los usuarios.

Seleccionando una muestra aleatoria varios hogares ubicados en diferentes municipios del Valle de Aburrá y clasificados en variados estratos, EL COLOMBIANO se dio a la tarea de verificar cómo se les ha venido facturando el servicio.

Aunque el cobro final que llega a los usuarios está influido por múltiples factores, que van desde el consumo, la clasificación de los equipos a los que están conectados y la aplicación de subsidios o contribuciones, la primera conclusión que salta a la vista es que a muchos hogares todavía les están cobrando las tarifas de mayo.

Este es por ejemplo el caso de una vivienda ubicada en Envigado, en la que el valor del servicio de energía, que llegó por $ 191.184, fue calculado con base en una tarifa de $ 773,40 por kilovatio/hora (kWh), que corresponde a las tarifas aprobadas para el estrato 4 en casas conectadas a equipos de propiedad compartida correspondientes al mes de mayo.

Es el mismo caso de otra vivienda ubicada en el municipio de Caldas, clasificada en estrato 2, que en su factura de este mes recibió un cobro de energía por $ 60.744, también con una tarifa de $ 806,99 kWh, correspondiente a la tarifa aprobada para el mes de mayo.

En los demás casos analizados, las tarifas de mayo también fueron aplicadas para una vivienda de estrato 3 ubicada en el centro de Itagüí, otra vivienda de estrato 5 ubicada en Medellín y otra vivienda de estrato 2 de Itagüí, todas pagando un valor de $ 806,99 kWh.

Si bien dichos cobros no tienen nada de irregular, ya que las facturas en el Aburrá tienen distintos ciclos de facturación y en la información técnica de cada una se especifica que se cobraron los valores de mayo, la situación vuelve a poner sobre la mesa las declaraciones engañosas entregadas a los usuarios sobre el supuesto congelamiento como un mecanismo casi inmediato.

“Si hoy un usuario estrato tres paga $ 100.000 por el servicio de energía, con un consumo de 130 kilovatios/hora, el siguiente consumo va a ser más bajito, probablemente alrededor de los $ 99.000. De pronto en el siguiente mes $ 98.000 o $ 97.000 o $ 96.000, y en octubre vamos a empezar a subir y vamos a llegar en diciembre a los mismos $ 100.000. Hay un alivio inmediato y después hay una estabilización”, expresó por ejemplo el gerente Carrillo el pasado 23 de mayo, dando a entender que sería cuestión de semanas en el que el alivio se trasladaría a los usuarios.

Además de este factor, vale recordar que el mecanismo de alivio tarifario lanzado por EPM continúa con varios cabos sueltos, sobre todo asociados a la fórmula que aplicaría la empresa para supuestamente no trasladar el saldo que dejará el mismo a los usuarios.

Y es que aunque en julio pasado, el alcalde Quintero y el entonces gerente encargado de EPM, Johnatan Villada, anunciaron que la empresa dispondría de un fondo de $ 100.000 millones para aliviar el saldo que quedará pendiente, más de un mes después la empresa no ha explicado bajo qué concepto invertirá esos recursos, ni cómo lo hará.

Esto, sin dejar a un lado que según los cálculos entregados por la misma empresa en mayo pasado, se estimaba que los impactos en caja que dejaría el alivio tarifario podrían oscilar entre los $ 130.000 millones y los $ 400.000 millones, dependiendo de qué tan severo fuera el fenómeno del niño.

Al ser consultada sobre este tema, la vicepresidenta ejecutiva de Finanzas e Inversiones de EPM, Diana Ruiz, señaló que la dicho alivio estaba “en análisis”, aludiendo a que el equipo técnico de la compañía aún no había encontrado una fórmula para aplicarlo.

(Vea también: Caen inescrupulosos en Medellín que se hacían pasar por trabajadores de EPM para robar)

Por otra parte, la empresa también ha sido cuestionada por entregar en sus canales oficiales, como redes sociales y boletines de prensa, información imprecisa sobre la medida, negando que el alivio estaría amparado en el opción tarifaria, pese a que en las tarifas publicas en su página web el mismo ha sido calculado con las resoluciones de la CREG que regulan esa figura.

Ante estas salidas en falso, expertos en el sector energético han alertado que la compañía debe tener precaución con esos pronunciamientos, ya que estaría en riesgo de incumplir con la regulación del sistema energético, que la obligan entregar información veraz y clara a los usuarios.

Bajo ese panorama, lo cierto para muchos hogares que durante los últimos meses han seguido viendo sus tarifas subir, es que, por lo menos, tendrán que esperar hasta septiembre para sentir en su bolsillo la reducción del -0,6 % prometida desde mayo.

Lee todas las noticias de economía hoy aquí.