*Cosechas habló con Pulzo y desmintió “fracaso” que le endilgan en una viralizada publicación de redes sociales. Aquí puede ver toda la información al respecto.

En 2008 nació en Costa Rica la marca Cosechas: un negocio innovador que vendía jugos y prometía salud en sus productos, por medio de preparaciones deliciosas a buen precio.

Pocos años después llegó a Colombia y se convirtió en un ‘boom’ de las franquicias, y aunque en un inicio tenía una perspectiva de negocio aspiracional, fue inundando las calles del país y sus productos empezaron a verse en manos de muchos colombianos, como el caso de los de Juan Valdez.

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El modelo de negocio consistía en franquicias, es decir: venta de locales a quienes quisieran invertir en el negocio y le creyeran a la marca comercial.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, lo que sonaba tanto y era tan apetecido, se fue diluyendo en puntos que no duraban en un mismo lugar o que no vendían lo esperado.

¿Qué pasó con Cosechas?

El emprendedor e inversor de Velocity, experto en empresas y modelos de negocio, Luis Felipe Giraldo, compartió los errores por los que Cosechas, que cobra una millonada por poner una franquicia, perdió la oportunidad de consolidarse como un negocio y seguir en auge.

Con una foto del punto físico, Giraldo apuntó lo siguiente en su cuenta de LinkedIn: “Este es quizás uno de los pocos Cosechas que queda en el país después de haber tenido casi 500 puntos de venta. Durante muchos años fueron un caso de estudio y después entendimos que su crecimiento fue soportado sobre todos los errores que no se deben cometer en el mundo del retail franquicias y negocios con puntos de venta físico”.

El inversor aseguró que uno de los errores grandes de la marca “fue abrir puntos de venta muy cerca el uno del otro, casi que se canibalizaban entre sí”.

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También apuntó que hubo un problema de estandarización de sus locales: “Tenían puntos de venta, inclusive, con productos diferentes, insumos claramente no estandarizados”.


Y es que el problema también pudo devenir de un tema de “operadores o franquiciados con expectativas o perfiles equivocados, de acuerdo con lo que significaba en punto de venta de bajo ticket y bajo volumen” de ventas.

La lista sigue y apunta al tema del costo de los arriendos, que podían acaparar hasta el 40 % de lo producido, mientras que otros solo apostaban al 5 %, lo que hablaba de valores dispares.

“Una clara falta de programas de capacitación y supervisión permanente para asegurar la estandarización, poco control sobre las pruebas y proveeduría en puntos de venta”, señaló.