
La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía. En Colombia, la inflación anual con corte de abril de 2025 fue de 5,16 %, subiendo 0,56 % respecto al mismo mes de 2024.
En Colombia, cuando la inflación se incrementa, el Banco de la República, encargado de la política monetaria, suele aumentar la tasa de interés de referencia con el fin de controlar el consumo y frenar el alza de precios.
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Este aumento tiene un efecto directo en las tasas de interés que cobran los bancos a los usuarios de productos financieros, incluyendo las tarjetas de crédito. Al subir las tasas, el crédito se vuelve más costoso, desincentivando el endeudamiento y, por ende, la demanda agregada.
Para las personas con tarjetas de crédito, esto significa que el interés que pagan sobre los saldos pendientes se incrementa, lo que puede hacer que sus deudas se tornen más difíciles de pagar si no se amortizan rápidamente.




En un entorno inflacionario, además del aumento en el costo de vida, las familias enfrentan mayores cargas financieras por el uso del crédito, lo que puede reducir su capacidad de consumo.
En consecuencia, quienes dependen del crédito para financiar sus gastos cotidianos o emergencias se ven doblemente afectados: por el aumento de los precios y por el encarecimiento del dinero prestado a través de sus tarjetas.
Cómo funciona inflación en Colombia
La inflación en Colombia, al igual que en otros países, se refiere al aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un periodo de tiempo determinado. Este fenómeno económico se mide a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC), calculado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
La inflación puede ser causada por varios factores, como el aumento en los costos de producción (inflación de costos), un crecimiento excesivo en la demanda de bienes y servicios (inflación de demanda), o por fenómenos externos como el incremento en los precios internacionales del petróleo o los alimentos. En el contexto colombiano, también influyen factores como la tasa de cambio del dólar, los niveles de importación, el precio de los combustibles, y las condiciones climáticas que afectan la producción agrícola.
Cuando la inflación aumenta, el poder adquisitivo del dinero disminuye. Esto quiere decir que las personas necesitan más dinero para comprar los mismos productos que antes. Por ejemplo, si el precio de la canasta básica sube, los hogares deben destinar una mayor parte de sus ingresos para cubrir sus necesidades básicas como alimentación, transporte y servicios públicos. Esto afecta especialmente a las familias de bajos ingresos, quienes tienen menos capacidad de ajuste frente al encarecimiento de los bienes esenciales. Además, la inflación no impacta a todos por igual: los sectores más vulnerables suelen ser los más perjudicados, ya que una mayor proporción de sus ingresos se destina a bienes de consumo diario, cuyo precio tiende a subir con mayor frecuencia.
Por qué inflación afecta a los ciudadanos en Colombia
La inflación afecta la estabilidad económica de las personas en relación con sus ahorros y deudas. Por un lado, si la inflación supera los rendimientos de productos financieros como cuentas de ahorro o CDT, el valor real de esos ahorros disminuye.
Por otro lado, el Banco de la República suele subir las tasas de interés para tratar de controlar la inflación. Esto encarece el crédito, lo que implica que los préstamos, hipotecas y tarjetas de crédito se vuelven más costosos. En consecuencia, las personas pueden tener mayores dificultades para financiar proyectos, pagar deudas o acceder a bienes duraderos. En suma, la inflación reduce el poder adquisitivo, encarece el crédito y genera incertidumbre económica, afectando directamente la calidad de vida de la población colombiana.
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