Vargas Lleras indicó en su columna en El Tiempo que este túnel se suma a obras que se han hecho en el país mal planeadas, mal licitadas, mal contratadas y mal ejecutadas. El líder del Cambio Radical recordó que en el gobierno de su abuelo, el expresidente Carlos Lleras, se advirtió que el Túnel de La Línea tenía que hacerse en la base de la cordillera y no a 2.500 metros de altura; sin embargo, solo se contó con “el criterio económico y no el técnico”.

“Ni siquiera se evaluaron los riesgos geológicos ni mucho menos las distintas modalidades contractuales. Solo importaba adjudicarlo rápido y al menor precio”, enfatizó el exvicepresidente en el diario, y agregó que la obra pasó de costar 629.000 millones de pesos a 4,04 billones de pesos (a precios de hoy).

Lleras mencionó que “el pecado original” de la obra, y que le adjudicó al fallecido exministro Andrés Uriel Gallego, fue que se contrató bajo la modalidad de precio global fijo (se entrega toda la plata a los contratistas desde el principio), mientras que existía la opción de contratarse a precios unitarios (se paga lo ejecutado y entregado, sin anticipos).

El exfuncionario del gobierno Santos sacó pecho de que esa administración le entregó a Iván Duque el Túnel de La Línea en 2018 con un avance de más del 80 %, mientras que el actual presidente, en la inauguración del Túnel de La Línea, dijo que la había recibido con un avance del 56 %.

“Por ello es justo decir que si a alguien se debe esta obra es al gobierno anterior, que tras heredar esta desgracia puso los recursos, dio todas las batallas y la entregó con una ejecución de más del 80 % y contratada en un 95 %”, enfatizó Vargas Lleras, pero aprovechó para aclarar que Duque tiene razón en decir que no se puede entrar a la mezquindad de adueñarse de las obras ya que “no son de nadie, sino públicas”.

Lo cierto es que los colombianos (por fin) tienen a su disposición el Túnel de La Línea que, aunque terminó costando, según el Invías, un billón de pesos tras 11 años de construcción, ahorra (vía Armenia- Ibagué), subir el alto de La Línea (21 kilómetros) gracias a sus poco más de 8,6 kilómetros.

“Eso va a representar mucho para el Tolima, va a representar mucho para la competitividad del país, va a representar mucho para el Eje Cafetero, va a representar mucho para el sector transportador”, dijo el presidente Iván Duque al inaugurar la obra.