El gobierno y el principal frente de protestas en Colombia se reencuentran este martes en la mesa de diálogos, con profundas diferencias de por medio que han impedido superar las protestas que dejan casi 60 muertos en un mes de manifestaciones.

El Gobierno y el comité de paro nacional prevén retomar los acercamientos a partir de las 9:00 de la mañana en Bogotá, una más de varias rondas de conversaciones desde el 7 de mayo, sin alcanzar un acuerdo para iniciar negociaciones.

Algo que llama la atención de analistas es que, si bien el comité de paro es el colectivo más visible, no aglutina a todos los sectores que han expresado descontento. No obstante, un eventual acuerdo con esa organización es visto como un paso hacia desactivar la crisis.

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“Estamos listos para iniciar esa negociación”, dijo este lunes el delegado presidencial Emilio Archila. El último encuentro entre los representantes fue el pasado domingo.

Los manifestantes exigen una condena explícita de la represión policial y “garantías para la protesta”, mientras el presidente Duque quiere que se rechace sin ambages los bloqueos que causan desabastecimiento y han alcanzado a las misiones médicas. Dos bebés murieron por quedar atrapados en ambulancias.

El comité debe señalar que los bloqueos no son una forma de protesta, no son admisibles (…) Esperamos que ellos condenen eso, que señalen que no es una forma de protesta pacífica”, insistió Archila.

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“No se pueden seguir viendo videos donde la fuerza pública les dispara a los manifestantes; donde personal civil les dispara a los manifestantes“, sostuvo Francisco Maltés, portavoz del comité.

Sobre estas posturas diametralmente opuestas se conoció este martes la del Consejo Gremial, cuyo presidente, Julián Domínguez, dijo que le piden al Gobierno, “enfáticamente, que el diálogo, que es fundamental para resolver las controversias, no se adelante mientras existan bloqueos en el país”.

“Es una situación que está afectando los derechos fundamentales: la vida, la movilidad, la alimentación…”, dijo Domínguez en Caracol Radio. “Pero es que hacer un diálogo con la intimidación de la fuerza, de la extorsión en muchos casos, es supremamente grave. Más del 22 % de las empresas ha suspendido su operación por los bloqueos y el 34 % está diciendo que tendrá que cerrar parcialmente”.

No es posible plantear soluciones, que posiblemente saldrán de estas conversaciones, sobre la base de debilitar y llevarnos a esta espiral de destrucción que precisamente cierra las puertas a las posibilidades de contribuir a las soluciones. Recordemos que nuestro tejido empresarial está compuesto en su gran mayoría por micro y por pequeñas empresas”, agregó el líder gremial en la emisora.

“Nosotros estamos cuantificando el tema del empleo porque es muy importante que se entienda, como lo ha venido entendiendo el país, que el bienestar, el empleo, proviene de la empresa colombiana. Entre los gremios del Consejo Gremial se ha producido una pérdida de empleos del orden de los 400.000”, afirmó.

A diferencia de Domínguez, monseñor Héctor Henao, uno de los mediadores de la iglesia en las conversaciones, pidió para que las partes sigan dispuestas a negociar y encontrar salidas que permitan avanzar. “Vamos con todo el ánimo, con la mejor voluntad de encontrar caminos para dar salida a esta crisis y poder avanzar”, dijo el prelado y convocó a todos los sectores para que sigan caminos de reconciliación y no de divisiones.