El embajador de China en Colombia, Zhu Jingyang, habló sobre el ingreso de Colombia a la iniciativa de la Franja y la Ruta, o también conocida como la nueva Ruta de la Seda. Según explicó, este acuerdo de cooperación no representa una alianza vinculante ni genera obligaciones mutuas.
“No hay imposiciones. Se trata de un marco de cooperación para elevar los niveles de inversión”, puntualizó.
(Le puede interesar: Negociazo que está moviendo buena plata en Colombia: inversión en Bogotá y Medellín creció)
Zhu recalcó que no se trata de un acuerdo militar ni de una alianza política, sino de un esfuerzo diplomático dentro de las relaciones bilaterales que ambas naciones han mantenido por más de 45 años. También señaló que, si bien los beneficios para Colombia no serán inmediatos, esta adhesión abre la puerta a un flujo constante de inversiones.
Financiamiento e internacionalización del renminbi
Colombia, al unirse a la nueva Ruta de la Seda, también abre la puerta a nuevas fuentes de financiamiento internacional.
Según explicó el embajador Zhu, el país podrá acceder a instrumentos como el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y los bonos panda —títulos de deuda emitidos en moneda china (renminbi)—, que China está promoviendo en los mercados globales.
Estas herramientas financieras representan una alternativa para impulsar proyectos de infraestructura, transporte, transición energética y tecnología. El diplomático destacó que estos mecanismos ya han movilizado miles de millones de dólares para el desarrollo de obras en países aliados.
(Lea también: Importar desde China a Colombia: paso a paso para que no se embolate en el proceso)
En cuanto a la expansión del renminbi como moneda internacional, explicó que China avanza con un enfoque gradual para evitar riesgos. “Los acuerdos con otros países y la emisión de bonos panda en renminbi son instrumentos clave. No buscamos imponer nada; respondemos a una demanda real de liquidez por parte de más de 150 países que ya consideran a China su principal socio comercial”.

Los beneficios globales de la Nueva Ruta de la Seda
El embajador citó un estudio del Banco Mundial que atribuye a la nueva Ruta de la Seda más de 1,6 billones de dólares en beneficios económicos globales, con impacto en 7,6 millones de personas bajo pobreza extrema y 32 millones en pobreza moderada.
Y comparó el caso colombiano con el de otros países de América Latina que llevan más de una década participando en la iniciativa, como: Perú, Chile y Argentina, donde ya se han ejecutado más de 200 proyectos de infraestructura y se han generado cerca de un millón de empleos.
Uno de los ejemplos mencionados fue el megapuerto de Chancay en Perú, que se construye con capital chino como nodo y ha sido una fuente de empleo importante.
Diversificación comercial
Desde la perspectiva del diplomático, la incorporación de Colombia a esta iniciativa representa el paso más audaz del país en décadas para abrirse al mundo en términos comerciales y políticos. “Evita la dependencia de un solo mercado y permite diversificar los socios comerciales”, dijo, en clara alusión a la tradicional cercanía de Colombia con Estados Unidos.
Zhu también aseguró que esta decisión no debería interpretarse como una ruptura con Washington, sino como una muestra de soberanía: “Este ingreso envía un mensaje a Estados Unidos: que nuestras relaciones deben basarse en el respeto mutuo, sin limitaciones para establecer vínculos con otros países”.




La mirada del inversor chino a Colombia
Entre las principales ventajas, Zhu destacó la posibilidad de atraer capital chino para proyectos de infraestructura como carreteras, ferrocarriles, puertos y sistemas de metro. También subrayó el potencial en áreas como la transición energética, la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico.
El embajador afirmó que las empresas chinas hoy prefieren hacer negocios con países que ya se han sumado a la nueva Ruta de la Seda.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO