Las primeras informaciones confirmaron que la muerte del empresario se produjo en la Fundación Valle de Lili, donde estaba “bajo estrictos cuidados de salud”.

Ardila Lülle era uno de los hombres más ricos de Colombia y estaba en el top 10, donde llegaron a destacar que no solo tenía negocios en medios de comunicación, equipos de fútbol y bebidas gaseosas, sino que en su emporio aparecían Incauca, Los coches, Peldar, Central cervecera de Colombia y muchas empresas más.

(Vea también: Así presentaron en RCN la noticia de la muerte de Carlos Ardila Lülle, dueño del canal)

Esa fortuna no liberó a este reconocido personaje del país de una silla de ruedas en la que estuvo por años debido a una caída que sufrió.

Accidente por el que Carlos Ardila Lülle, de RCN, estaba en silla de ruedas

Se registró a comienzos de 1988 en una casa que tenía en Medellín, Antioquia, luego de una comida “en honor de Pierre Levai, el marchant del pintor Fernando Botero”.

Eso confirmó Semana en su momento y aseguró que la reunión fue “animada” y “hasta altas horas de la noche”. Sin embargo, al otro día Ardila madrugó para ir a la piscina y, cuando se dirigía hacia ese lugar, se cayó.

“Al bajar las escaleras de piedra que conducen a la piscina, se resbaló y rodó casi dos metros. Quedó con varias contusiones, unas costillas fracturadas y una lesión en la décima segunda vértebra cervical”, relató la revista.

La situación, dice la publicación, dejó “inmovilizado” al industrial y con mucho dolor por lo que no pudo levantarse. Entonces, pidió ayuda, pero el sitio en el que estaba era retirado y sus acompañantes aún dormían; por eso, solo fue auxiliado “media hora después”.

El famoso tuvo que ser trasladado a la clínica Soma de Medellín, donde, según el nombrado medio, “se estableció que si bien las contusiones eran leves, la lesión en la vértebra era de cuidado”.

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De ahí que decidieron llevarlo al Cedar Hospital de Miami, Estados Unidos, a donde llegó en un jet que alquilaron, porque su avión “no era adecuado para un vuelo en camilla”. La primera valoración indicó que su situación era “delicada”, pero no grave, por lo que la “operación preventiva para evitar que en el futuro la vértebra lesionada pudiera afectar la médula” no se la practicaron esa noche, sino el día siguiente, se lee en la información.

“La operación duró siete horas y el resultado fue satisfactorio”, puntualizó la revista al dar la noticia del momento, sin mencionar que ese hecho fue el que dejó inválido al dueño de RCN y Postobón, como sí lo registraron otros medios, entre ellos El Tiempo, que aseveró: “En 1988 sufrió un accidente doméstico que lo obligó a usar una silla de ruedas, a pesar de ello, Ardila Lülle continuó sus labores empresariales y de ayuda a la comunidad”.