“A esas aves no hay cómo llevarles alimento ni cómo sacarlas. Yo creo inclusive que va a tocar hacerlo en helicóptero”, aseguró el ejecutivo en La FM.

Ese caso refleja la situación que se presenta desde el pasado domingo por la tarde, cuando fue cerrada esa importante vía por desprendimientos de tierra.

Vía Bogotá-Villavicencio

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“Son 7.000 millones de pesos que están allí enterrados, si no se les puede dar alimento a esas aves o sacarlas de alguna manera para poder transportarlas a otro lugar”, dijo Bedoya.

Pero fue más allá y mostró un panorama aún más oscuro. “Hay más de 1.200 toneladas semanales de carne de pollo y pollo en pie que también viene de esa zona”.

Añadió que el 50 % del cerdo que se consume en Bogotá viene por esa vía, y hoy está teniendo que tomar la vía alterna, “que por la dimensión de los camiones toma más de 20 horas”.

“Esos productores, francamente, pueden llegar a quebrarse si esto persiste”, advirtió Bedoya. “Es que no es solamente el hecho de tener que transitar hoy por una de las dos vías alternas con esos sobrecostos que se presentan con el tema del transporte, sino por las mermas de los alimentos, particularmente de los animales vivos”.

Explicó que los animales vivos empiezan a perder peso o simplemente empiezan a morir. Y sobre los alimentos perecederos sostuvo que “desafortunadamente, esa carga trancada empieza a tener un deterioro que hace que pierda su valor: el productor pierde y el alimento tampoco va a servir para los consumidores”.

En el caso del arroz, Bedoya recordó que parte de la cosecha del Casanare y del Meta también viene por esa carretera. Si bien se refirió a esos tres productos, principalmente, también hizo énfasis en el aceite de palma, el maíz y la soya, que “van a tener problemas serios si esta situación no se resuelve”.

“Primero está la vida de las personas que transitan por estas carreteras, ni más faltaba, y lograr que se reabra lo más pronto posible, pero hay que hacerle un llamado al Gobierno para que busque soluciones estructurales para esa vía extremadamente vulnerable y que es la que conecta a la despensa de Colombia con el centro del país”, dijo.

Reclamó “soluciones estructurales” para las vías alternas. “Porque, de lo contrario, nos vamos a quedar con millones de hectáreas que son sujeto de posible explotación productiva, pero sin ninguna posibilidad de conectar de una manera tranquila, generándoles señales claras a los productores, a los habitantes de esas zonas, de cómo conectar con el centro del país”.

“Uno no puede vivir en el sector agropecuario, que es clima, y sol, lluvias y sequías, y ahora agregándole un elemento adicional como es la vulnerabilidad del transporte”, concluyó.