Tras los sucesos ocurridos recientemente en Bogotá durante las protestas de trabajadores y dueños de gastrobares, muchos se preguntan por la incidencia del sector en la economía de la ciudad y del país y, sobre todo, por la afectación de los ciudadanos en materia de desempleo.

Pulzo habló con algunos representantes del sector, quienes se mostraron ampliamente preocupados por la realidad que hoy enfrentan. Aseguran que no menos de 20.000 personas podrían quedarse sin empleo. 

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Cifras de Asobares indican que los gastrobares, en total, representan 28.000 empleos directos y 18.000 indirectos (representados en DJs, transportadores, bailarinas, proveedores, etc).

“El sector invirtió un montón de dinero para la reapertura. Estamos con todos lo protocolos de bioseguridad. Se implementó compra de mobiliario y hemos hecho nuestras propias restricciones de aforo. Pero la Alcaldía nos hizo volver a cerrar y muchos tendrán que terminar con su negocio”, afirmó Alejandro Valenzuela, de Asobares.

Afirmó, además, que durante las manifestaciones de los trabajadores de los gastrobares no recibieron ninguna respuesta por parte de la Alcaldía, salvo la nada mediadora presencia del ESMAD.

“Esto trae consecuencias nefastas para los sitios en donde la primera variable que queda expuesta es la continuidad de los empleados. Si no se genera una política clara para poder operar en cuanto normas de bioseguridad y un marco legal regulado, para nuestro sector va a ser complicado seguir en el mercado”, le dijo a Pulzo Jamal Mustafa, dueño de Isola y Cabrera.

Valenzuela añadió que las restricciones dictaminadas por la Alcaldía terminan estimulando la clandestinidad y la ilegalidad.