El Colombiano es un grupo editorial multiplataforma con más de 110 años de existencia. Nació en la ciudad de Medellín en Antioquia. Fundado el 6 de febrero de 1912 por Francisco de Paula Pérez, se ha especializado en la investigación y generación de contenidos periodísticos para diferentes plataformas en las que provee a las audiencias de piezas mult...
¿Cómo llegamos al punto de no tener el suficiente gas natural en Colombia para que familias cocinen sus alimentos, restaurantes puedan prestar sus servicios, industrias procesen sus productos y algunos vehículos puedan recorrer las calles?
Esa es la pregunta del millón que tiene por estas semanas con dolor de cabeza a los gremios gasíferos, a Ecopetrol y al mismo Ministerio de Minas y Energía.
Lo que sí está claro es que, a partir del próximo año, luego de 45 año de autosuficiencia energética, el gas que se saca en territorio colombiano no alcanzará para suplir la demanda o el consumo, y le tocará a Colombia salir a buscar ese energético entre sus vecinos. Y la primera tragedia será para el bolsillo de los colombianos cuando vean que su factura del gas llegará más cara.
(Vea también: Facturas de agua, luz, gas y otras, a días de tener sorpresivo cambio en Colombia)
Según cuentas de Naturgas, a partir del próximo año, Colombia enfrentará una brecha entre su suministro interno de gas natural y la demanda total. Se prevé que el déficit de este combustible arranque en el 12% y se amplíe al 30% en 2026, y siga aumentando hasta que los yacimientos de aguas profundas cubran las necesidades locales, todo esto mientras Ecopetrol empiece a sacar la molécula de gas del mar Caribe en 2029.
Esto obligará a buscar nuevas fuentes, que podrían incluir gas importado (GNL) o el gas de Venezuela, aunque este viene cargado de incertidumbres. En ese orden de ideas, Ecopetrol, a cargo de Ricardo Roa, analiza propuestas para traer más gas de Estados Unidos y Trinidad y Tobago, incluso instalar una planta flotante en La Guajira para inyectar ese gas importado a la red nacional.
Este punto de quiebre ya se vislumbraba con la caída de las reservas de gas natural, la contracción en la producción, la falta de desarrollo de proyectos de yacimientos no convencionales, la política del Gobierno de no firmar nuevos contratos de exploración y producción y la reducción significativa en las inversiones en el sector, con un desplome del 28,4% en el primer trimestre del 2024.
Por ejemplo, el reciente informe de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) precisó que las reservas de gas pasaron de 2,82 terapies cúbicos en 2022 a 2,37 terapies cúbicos en 2023, que en años se traduce que Colombia solo tiene 6,1 años de gas.
Y esta tendencia a la baja viene así desde el 2014, según la ANH. Pero, su presidente, Orlando Velandia Sepúlveda, remarcó que no es posible afirmar que falten reservas, pues la gestión implica tener en cuenta lo que se produce, las nuevas incorporaciones y las revaluaciones técnicas, por lo que la cifra es dinámica.
“En otras palabras, así como consumimos reservas vía producción también hay reposición vía incorporaciones y reevaluaciones técnicas”, resaltó Velandia.
Por su parte, según el último reporte de la ANH, la producción comercializada de gas, a mayo de 2024, fue de 987 millones de pies cúbicos por día representando una disminución del 8,4% respecto a mayo de 2023, y del 1,4% respecto a abril de 2024. Y en los primeros cinco meses del año, esta producción registró 995 millones de pies cúbicos por día, un descenso del 5,6% respecto al mismo período en 2023.
“Estas cifras de producción comercializada de gas en Colombia sí confirman una disminución en la producción de gas natural, es decir, ya hay desabastecimiento, lo que lleva a tener en el radar la importación de este energético”, sentenció Orlando Palomino, director de la Maestría en Recursos Energéticos de la Udes.
¿Cómo llegamos a esta contingencia? La situación actual se puede asimilar a un tanque de gasolina de un carro. “Nos hemos dedicado a sacar gasolina, pero no a llenar el tanque”, así lo explicó Tomás González, exministro de Minas y Energía, y director del Cree.
A renglón seguido precisó que, durante los últimos 15 años, las reservas de gas han disminuido en un 55%, una caída alarmante que se traduce en una incapacidad para reponer lo consumido. La consecuencia es clara: “Llega un punto en que el gas barato se acaba”.
Además, el exministro criticó las señales contradictorias del actual gobierno. “El presidente llama al sector uno de los tres venenos de Colombia, mientras otros funcionarios hablan de inversión y producción”. Esta ambivalencia ha generado incertidumbre en el sector, dificultando la planificación y la inversión necesaria para aumentar las reservas de gas.
La factura del gas
Hablando de factura de gas, el aumento en la importación de gas afectará a la mayoría de los sectores. Por ejemplo, la industria, los hogares y el sector gastronómico verán incrementos significativos en sus costos. Por su parte, los generadores de energía eléctrica, que también dependen del gas, enfrentarán desafíos similares.
Por eso, el exministro González puntualizó que si uno piensa lo que pesa el gas en la factura que paga la gente, el gas puede pesar entre 40% y 45%, entonces, si va a subir el 67% o 70%, eso quiere decir que las facturas a los colombianos les aumentaría en un 28%.
Con base en estos cálculos, el profesor Sergio Cabrales, experto en energía e hidrocarburos, aterrizó las cuentas a Medellín. El costo de la molécula de gas pesa 40% en la factura de Medellín, teniendo eso claro, como toca traer gas de afuera, ese cambio traería un aumento del 130%, debido a que cambiar el gas de Cusiana, en el Piedemonte Llanero, a gas importado implica un incremento de 52% en el peso de la factura.
Adicional, toca sumar el alza del costo de transporte que pesa 30% en la factura y aumentará más del 50%, lo que implica un ascenso del 15%. En ese orden, “la factura podría aumentar casi un 70% en Medellín, 67% para ser más exactos”.
Por ejemplo, si usted paga $ 25.000 en su factura mensual de gas natural, el próximo año podría estar pagando $ 41.750. “Incluso la gente podrá volver a la leña y el carbón vegetal, y aumentaría la pobreza energética”.
(Vea también: Dan aviso por 2 golpes que sufrirían los colombianos: su bolsillo se vería muy afectado)
Esto incrementos los confirmó Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, quien precisó que la combinación de las distintas fuentes de gas y las cantidades importadas determinarán el costo final para los usuarios.
“El gas importado nos va a someter a la volatilidad de los precios del mercado internacional y el impacto que eso va a tener en las tarifas del usuario final va a depender claramente de la combinación de cantidades y de los precios de las distintas fuentes de gas que se necesiten para atender la demanda”, alertó Murgas.
“Para poder incrementar la actividad exploratoria en el país deben existir incentivos económicos e incentivos contractuales. Si no tenemos mayor flexibilidad y un cúmulo de incentivos que permitan apalancar la inversión va a ser muy difícil que los operadores perforen más pozos,… pic.twitter.com/QoUroxeb0r
— Naturgas (@NaturgasCol) August 2, 2024
Por eso, la presidenta de Naturgas resaltó la autosuficiencia en gas como un determinante para que este servicio público sea históricamente el más económico.
“El servicio público de gas representa menos del 1% del costo total de la canasta de consumo de los hogares”, afirmó, comparándolo con el 13% que representa la energía eléctrica y el 4,6% del agua y alcantarillado.
¿Cómo están los cálculos frente al gas importado?
El exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta recordó que el gas importado tiende a ser más caro, hasta el doble, del precio del gas doméstico. Y, como es apenas obvio, al ser más alto precio del gas natural mayores son los costos de generación térmica, mayor el precio y en últimas más altas las tarifas.
Y como Acosta ve lejos la posibilidad de traer gas de Venezuela por la coyuntura política que atraviesa, tras las elecciones presidenciales, y por lo extenso que tardaría rehabilitar el gasoducto, entre 11 y 19 meses, “por lo pronto, las importaciones requeridas de gas natural se tendrán que hacer a través de la regasificadora de la Zona franca Parque Central que opera la Sociedad Portuaria del Cayao, ubicada en Cartagena, que cuenta con una capacidad de 400 Millones de pies cúbicos diarios”.
Para aterrizar esta situación, Luis David Pachón Contreras, ingeniero Industrial y consultor en energía y gas, aclaró que el precio promedio del suministro de gas, a julio de 2024, que se pagó en Bogotá, Medellín y Cali fue de 7,2 dólares por millón de BTU (Unidades Térmicas Británicas), mientras que en Barranquilla fue de 11,1 dólares. Lo que quiere decir que ya en la Costa Caribe se está observando un proceso de alineación al precio de gas de importación.
En ese orden, Pachón precisó no es sencillo decir cuánto subirá la tarifa porque eso depende del costo de compras y la Tasa Representativa del Mercado (TRM). Lo que sí está claro es que el precio de importación será el referente en las negociaciones y los contratos de los comercializadores, como lo demuestran las tarifas de Barranquilla.
Sin embargo, el ingeniero y consultor hizo unos cálculos suponiendo que habrá incrementos desde 1 dólar por millón de BTU hasta 6 dólares; además, teniendo en cuenta el costo de suministro de julio de los principales distribuidores en las cuatro grandes ciudades, y considerando el costo variable en pesos por metro cúbico (m³ – tarifa que pagan los usuarios) sin el cargo fijo por factura, subsidios, ni contribuciones.
Por lo tanto, un consumo de 18 m³ de un usuario de estrato 3 que no recibe subsidios ni paga contribuciones es de $49.466,51 en Medellín, entonces pasaría a pagar mensualmente $52.193,25 en un escenario de alza mínimo y $65.826,97 en ese escenario de alza máxima.
A renglón seguido Pachón enfatizó en que esos ajustes se darían progresivamente porque ya hay distribuidores que cuentan con contratos negociados en años anteriores que les permitirán amortiguar el incremento de las negociaciones para el 2025 y años siguientes.
“Una vez se agoten esos contratos de precios más bajos, veremos el incremento de forma más acelerada. Otro factor clave será el comportamiento de la tasa de cambio, ya que esta puede mitigar o acentuar el impacto en la tarifa en pesos por metro cúbico que paga el usuario final”, estimó Pachón.
¿Cuánto podría aumentar la factura de gas natural si se importa gas, caso Bogotá?
El aumento de las tarifas del recibo de gas natural para los usuarios en Bogotá podría ser de casi un 150%.
En otras palabras, si antes pagaba $50,000 mensualmente, su factura podría aumentar a… pic.twitter.com/D8nfMlMv57
— Sergio Cabrales (@SergioCabrales) August 1, 2024
Los más afectados
Por otro lado, Julio César Vera, presidente de la fundación Xua Energy, con base en las cifras del último plan de abastecimiento de gas 2024 – 2028, puntualizó que el país tendría un déficit para el 2025 de cerca de 85 millones de pies cúbicos por día, equivalentes al 8% de la demanda del país y 12% de la demanda esencial del país, es decir, residencial y comercial del país, el mercado de gas natural vehicular, y las refinerías en la producción de los combustibles.
En dicho sentido, el experto alertó que dicho déficit tendrá que ser abastecido con producto importado, que dependiendo de la fuente puede generar un encarecimiento entre un 30% y 130% en el costo del producto.
Por eso, el ingeniero Pachón recalcó que estos incrementos también implicarán una mayor carga para el Estado colombiano al asumir mayores tarifas para subsidiar los estratos 1 y 2, que reciben 60% y 50% de subsidio, respectivamente, es decir para el Gobierno tampoco es conveniente un incremento en las tarifas del gas natural.
“Si la fuente es producto importado a través de plantas de regasificación, como la que hoy hay en Cartagena, con seguridad así será. Por otro lado, si la importación es desde Venezuela, no solo tendrá los riesgos naturales de la relación política entre países, sino además dependerá finalmente del contrato de importación, si se respetan las condiciones inicialmente pactadas en el 2007, el precio sería similar al actual, pero si su referencia es precios internacionales, se podría generar el encarecimiento del producto”, explicó Vera.
Por eso, el directivo hace un llamado a que el país apueste por el gas de origen local, dado que con el potencial que tiene Colombia en los yacimientos no convencionales, así como en áreas como el offshore Caribe (costa afuera), el Piedemonte Llanero y las cuencas de César, Ranchería, Sinu – San Jacinto y el mismo Valle inferior del Magdalena, sería un pecado mortal que el país termine dependiendo del gas importado.
⚠️Esto es con usted ! 🪞
Si come, trabaja, vive o tiene un negocio en Colombia 🇨🇴. Debe leer este artículo!Colombia va a quedarse sin la autosuficiencia energética que ha tenido por 45 años. La inacción y la ideología que niega la ciencia, nos conducirán a ser más pobres y… https://t.co/DMZFGvOI0D
— María Fernanda Suárez L. (@mafsul) July 29, 2024
Soluciones
Para enfrentar la tormenta que se avecina, González sugirió dos medidas clave: activar los proyectos de interés nacional estratégico (Pines) y nombrar a los comisarios de la Creg con un mandato claro. Estos pasos permitirían un seguimiento cercano de los proyectos energéticos y darían las señales necesarias para que el sector privado invierta en aumentar la oferta de gas y energía eléctrica.
Por su parte, Naturgas habla de posibles medidas como aumentar los subsidios actuales para los estratos más bajos, aunque esto implica un desafío financiero considerable para el Estado. “La única forma de incrementar reservas es perforando pozos”, insistió la dirigente gremial, y reveló que, en 2024, solo se han perforado 14 pozos exploratorios, un número insuficiente para retomar la autosuficiencia.
Otra opción es fomentar el uso eficiente y racional del gas natural entre los consumidores para reducir el consumo general y, por ende, el impacto del aumento de precios.
Murgas insistió en que el Gobierno debe adoptar medidas que puedan reducir este impacto. “Necesitamos darles tranquilidad a los usuarios y evitar que el incremento de los precios incremente la pobreza energética en Colombia”.
También el presidente de la ANH agregó que se han adoptado 13 medidas que permitan garantizar la gestión eficiente de las reservas y recursos contingentes de petróleo y gas en los contratos y convenios de hidrocarburos vigentes. Por ejemplo, habilitar el mayor número de volúmenes tanto de gas como de petróleo a partir de estrategias cómo el aumento del factor de recobro mejorado; superación de contingentes para migrar a reservas y el aumento de empresas operadoras en desarrollo.
El académico Palomino concluyó que esto afecta a todos los colombianos porque muchos productos y servicios dependen del gas. “Además, muchas industrias lo usan en sus procesos, lo que aumenta los costos de producción. Al final, esto no solo golpea nuestros bolsillos, sino que también afecta a toda la economía”.
Además: Si no se incorporan más descubrimientos, Colombia se quedará sin petróleo y gas en menos de 7 años
LO ÚLTIMO