Salvo en el área de la salud, en donde el tiempo de una especialización no es inferior a 2 años o más, el resto de profesionales que optan por un posgrado deben estudiar un año para el caso de las especializaciones, y 2 años para las maestrías.

Sobre cuál es la mejor opción asociada al campo laboral y a las necesidades de los estudiantes y de las empresas, la revista Dinero afirma que las especializaciones permiten trabajar en problemáticas que tienen mayor cambio en un área específica.

Sumado a esto, este tipo de posgrado le permite a un estudiante retomar sus labores académicas y facilita la adaptabilidad en términos de lectura y escritura.

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Las maestrías, por su parte, otorgan al estudiante la posibilidad de “reorientar” su origen profesional. Además, hay mayor demanda a la hora de elaborar una tesis de grado.

En línea con el análisis de Dinero, el sitio web Universia va más allá y afirma que una especialización es ideal para los estudiantes recién egresados, entre otras cosas, porque los horarios, en la mayoría de los casos, no interrumpen los horarios laborales.

La maestría, por su parte, es ideal para aquellos profesionales que quieren tener una actualización más aplicada a lo laboral, que a lo académico.

Si su motivación va más por el salario que le pueden pagar por tener alguna de las dos opciones de posgrado evaluadas, el Ministerio de Educación publicó en diciembre pasado un informe en el que asegura que el salario de vinculación para profesionales con alguno de estos dos títulos es de más de 3’300.000 pesos.