La funcionaria se refirió a la decisión que tomó el Consejo de Estado de mantener la suspensión para esta técnica hidráulica que permite la extracción de gas natural y petróleo atrapados en capas de rocas, que están ubicadas a gran profundidad.
Según Suárez, diferentes sectores del país están llamando a concluir unas cosas sin que haya suficiente evidencia y eso sí es una “inmensa preocupación”.
“Aquí hay mucha pasión y hay mucha política, y esto no es un tema político”, sostuvo la funcionaria, citada por Blu Radio.
Además, alertó sobre las consecuencias que podría tener para el país el hecho de que no se apruebe el fracking. Según dice la ministra, en Colombia se producen 900.000 barriles de petróleo, cerca de 400.000 se usan para la vida diaria (gasolina, diésel y derivados del petróleo); y para esos hay reservas.
Pero, alerta, 500.000 barriles se exportan al exterior y esos barriles producen dólares.
“¿Cuál sería la consecuencia de que no tengamos esos dólares? Que el dólar no estaría a 3.400 pesos, como está todo el mundo tan preocupado, sino que probablemente estará a 5.000. Entonces pues asumiremos las consecuencias de eso”, advierte la funcionaria.
Sobre los beneficios fiscales, Suárez explicó que se abre una posibilidad de que el país tenga mayores ingresos para atender educación, salud, obras, agua y saneamiento básico.
“El gobierno del presidente Duque sí algo está haciendo es diversificar la economía. No creemos en un modelo en que la economía colombiana se tenga que fundamentar en la industria extractiva, el gran error que ha cometido Colombia en el pasado es que se ha dormido en las mieles que ha producido la industria extractiva y no se ha preocupado suficiente por la diversificación de la economía”, señaló Suárez a ese mismo medio.
La ministra también alerta que el gas en Colombia se está acabando y un beneficio del fracking es que este recurso podría salir más barato.
En contraste con la ministra, el experto Carlos Andrés Santaigo, integrante de la organización Colombia Libre de Fracking, insistió en que hay suficientes estudios que dan cuenta de los peligros de esta práctica y lo perjudicial que podría ser para Colombia. Insistió en que no se trata de un tema pasional ni político.
“Esto no es un tema pasional de unos hippies que se oponen, sino de gente que tiene argumentos basados con investigaciones de todo el mundo que hablan del impacto del fracking”, señaló Santiago a Blu.
Además, asegura que se analizó “la contaminación del agua, la afectación a las comunidades, el aumento de sismicidad en las zonas de exploración, entre otros”, agregó.
Cabe mencionar que este martes el Consejo de Estado mantuvo suspensión de esta práctica y no acogió la apelación del Gobierno que buscaba revivir los procedimientos de exploración y explotación de yacimientos mediante esta técnica.
Con esto, el Gobierno no puede otorgar permisos a empresas para que hicieran proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos con la técnica del fracturamiento hidráulico.
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