Un estudio de la Universidad de Chicago citado por el portal Quartz revela que de aquellos que ya no hacen parte de la fuerza laboral desde que comenzó la pandemia por coronavirus, el 53 % pidió que se le pensionara antes de tiempo en enero, y esa cifra aumentó a 60 % en abril.

Un estudio de la Kaiser Family Foundation citado por el medio revela que el coronavirus es la razón de peso para abandonar el trabajo, pues contrario a lo que se cree, esa población no tiene su independencia económica asegurada (ganan en promedio 49.000 dólares al año, equivalentes a 177 millones de pesos).

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El portal The Street recuerda que el ingreso promedio anual en EE. UU., actualizado a febrero de 2020, es de 48.672 dólares, casi idéntico al de los adultos mayores, que para ese país no es un sueldo particularmente alto.

Otro estudio citado por Quartz, de la Universidad de Tulane, indica que esta caída del empleo entre adultos mayores y su deseo de no buscar un nuevo trabajo es la peor de las recesiones que se han registrado en ese país (1929, 1999 y 2008, por ejemplo).

El informe de Tulane también advierte sobre un aumento de la discriminación contra los empleados en los sitios de trabajo, por la creencia de que se van a enfermar primero de coronavirus; y en el caso de las mujeres adultas mayores, el problema de desempleo y segregación es aún más evidente.