Alexander Alvarado, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios de la Industria Hotelera, dijo en Noticias Caracol que cerca del 30 % de los moteles en la ciudad han tenido que cerrar definitivamente por el coletazo económico de la COVID-19 sobre el negocio.

De acuerdo con el dirigente gremial, el crecimiento de estos establecimientos, que fue de cerca del 3 % en los últimos años, se frenó definitivamente por las restricciones que impuso el Gobierno para frenar la expansión del virus, lo que ocasionó que los 3.100 moteles del país cerraran temporalmente hasta nueva orden.

En estos momentos la preocupación de los establecimientos que prestan el servicio de alojamiento por horas en Bogotá, según Alvarado, es el alto costo del impuesto predial que tienen que pagar a pesar de estar cerrados por la pandemia, además de los elevados costos de adecuación de protocolos de bioseguridad para que los dejen funcionar.

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“Por ejemplo, el motel que menos paga impuesto predial está en 15 millones de pesos y el que más paga impuesto predial está en 400 millones de pesos, esa es la proporcionalidad. Pero no sólo pagamos impuestos, sino servicios públicos, que son demasiado altos”, indicó el presidente del gremio de los moteles en el noticiero.

Alvarado destacó en el medio que estos establecimientos ya radicaron todos los protocolos de bioseguridad al Ministerio de Salud con el objetivo de que los dejen abrir; según él, estas medidas cumplen con estándares internacionales en el tema de asepsia en habitaciones, áreas comunes y tratamiento de trabajadores.