Su historia fue ventilada por el diario El Tiempo, que contactó al ingenioso hombre, pues la papa que vendió era de oro y se la compró un coleccionista ruso.

Morillo es un artista que empezó haciendo frutas con diferentes materiales y que desde 1992 se inclinó por las papas, por las que actualmente es reconocido.

Sus recreaciones son tan exactas que parecen recién salidas de la tierra y las puede vender en 100.00 pesos por unidad o en bultos de 8 millones.

Su producción anual es considerada como una cosecha y contiene papas de todas las clases hechas en cerámica, bronce, yeso, tela y más materiales.

Morillo, que estudió arquitectura en la Universidad Bolivariana de Medellín, se inclinó por trabajar con la forma de las papas en 1992 cuando fue invitado a participar en un evento relacionado con los 500 años de la conquista de América, señaló el medio.

Entre sus creaciones hay collares y demás accesorios con papas de tamaños diminutos, cojines en forma de bultos y hasta una línea de ropa con los tubérculos estampados.

En fotos, las creaciones de ‘el Papas’