“Hemos tenido en este primer mes un retraso en la cartera de los asociados de cerca de 20 %, en su mayoría personas muy jóvenes”, aseguró el presidente del club Hatogrande, Carlos Alberto Romero, citado por el diario La República.
Según el representante del club bogotano, uno de los más importantes y exclusivos del país, el Gobierno los tiene olvidados y si la crisis por COVID-19 se mantiene, solo podrían subsistir hasta fin de año, y eso que las finanzas del club son sanas.
También destaca que han tomado medidas para apoyar a sus socios en medio de la crisis económica que vive el país y, por ejemplo, bajaron el 50 % de la cuota mensual que les cobran y dan auxilios a algunos trabajadores. Mientras que en El Nogal le apuntan a estar listos con los protocolos de bioseguridad, explicó su presidente, Rafael Blanco, al diario.
Por el lado del Coutry Club la situación es parecida y algunos socios han pedido congelamiento de las cuotas y acuerdos de financiación. Andrés Fernández Soto, presidente del Club, afirmó a La República que la situación preocupa mucho porque la crisis que viven los socios también afecta a la organización y de eso dependerá su permanencia futura.
Y es que el sostenimiento de estos clubes en Colombia no es nada económico. Hace varios meses se conoció que la tarifa mensual o cuota de sostenimiento oscila entre 900 mil y 2’300.000 pesos en las principales ciudades.
En el caso de Bogotá, el club que más cobra para ingresar es el Country, seguido por el Metropolitan Club y El Nogal. En otras ciudades como Cali y Medellín el valor puede ser más costoso que en la capital del país.
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