Aunque en el Quindío se han desarrollado diferentes programas desde entidades públicas y privadas para que el aviturismo alce vuelo y hay varias empresas dedicadas a este segmento de la ‘industria sin chimeneas’, Mauricio Ossa Aristizábal, director de Birds Colombia, manifestó que en el departamento se le debe dar valor agregado a esta actividad.
“Las aves que hay en este territorio también se ven en Caldas, Valle del Cauca y Risaralda. Los interesados deben definir qué adicional le puede ofrecer el Quindío al turista para que se interese”, dijo el especialista.
Agregó: “Si solo se quedan confiando en las especies, será difícil obtener buenos resultados, porque hay lugares donde están las mismas y otras más y con mayores facilidades para observarlas, por ejemplo, nosotros fuimos a Génova y recorrimos 17 kilómetros para adentrarnos en la montaña y ver el Andigena nigrirostris, mientras que en Manizales uno recorre una corta distancia, se baja del carro y a pocos metros lo ve”.
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Recalcó que, en general, el potencial de Colombia en aviturismo es inmenso, pues es el país con el mayor número de aves del planeta y es un territorio con algunas zonas naturales que durante muchos años las personas de otros países no podían visitar por el problema de orden público, pero hoy no hay problema en ir a sectores que antes eran dominados por grupos armados al margen de la ley.
Apuntó que en ese sentido, Quindío tiene una oportunidad grande, ya que a este departamento llegan muchos turistas amantes de la naturaleza, que si bien no son especialistas en aviturismo, sí se les puede comenzar a mostrar las aves.
“Otro nicho que veo para este territorio tiene que ver con los avituristas que están llegando a Colombia y que están pasando por el Eje Cafetero, llegando a Manizales y Risaralda, que tienen algunas ventajas, pero no al Quindío. Ahí hay una gran oportunidad, pero el departamento debe prepararse, entender el territorio, definir cuáles son las especialidades, para que estas personas que buscan experiencias especializadas incluyan al Quindío en sus rutas”.
De acuerdo con Ossa Aristizábal, otro punto a favor del Quindío es que tiene buenas carreteras. “Algunas hay que mejorarlas, pero además tiene capacidad instalada —infraestructura hotelera—”.
Concluyó: “Se estima que hay 70 millones de avistadores de aves en el mundo y la mayoría de estos no han venido al país, pero sí llegan a Costa Rica y Perú, por lo que hay un mercado muy importante que puede interesarse por estas tierras. Nos falta mucha infraestructura y guías especializados, por lo que los sitios que mejor se están preparando, son los que van a empezar a gozar de todos los beneficios que estos turistas generan”.
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The Big Year Colombia registró 184 aves en Quindío
Niky Carrera Levy, directora de Guardián de las aves, explicó que The Big Year Colombia es un proyecto con el que buscan recorrer todos los departamentos de Colombia en 365 días, con el objetivo de registrar el mayor número de aves posible, enseñar su importancia en las regiones que visitan y entregar un mensaje de conservación, desde la historia del Podiceps andinus, única especie extinta en Colombia.
“Al día de hoy recorrimos Tolima, Huila, Caquetá, Nariño, Putumayo, Cauca, Valle del Cauca, y ayer hicimos el cierre en el Quindío. Esperamos terminar el 31 de diciembre con la bandera de la conservación en La Guajira”.
Aseveró que en su recorrido por el territorio quindiano, en el cual visitaron municipios como Salento, Filandia, Córdoba, Pijao, Buenavista y Génova, registraron 184 especies de aves, entre las que está el rey del Quindío. “Fue el ave que ayer nos despidió en Génova, la cual no conocía, pero además sumamos 5 pájaros nuevos a nuestra lista”.
El rey del Quindío
Ossa Aristizábal, quien con su esposa, Niky Carrera Levy, recorrió distintas zonas de la región fotografiando aves dentro del proyecto denominado Big Year Colombia, aseguró que el departamento tiene, según las cifras más actualizadas, 709 especies de aves observadas, entre las que se encuentra una que debería ser insignia.
“Se trata de la Sericossypha albocristata, que aunque también se ve en otros territorios, es especial porque en su denominación común lleva el nombre del departamento, pues es conocida como rey del Quindío, también se le llama pollo de monte o tángara coroniblanca”.
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