Estas empresas se vieron afectadas en mayor medida por las cuarentenas, el cierre de aeropuertos y otras actividades que se suspendieron en 2020 y que hasta 2021 comenzaron a tener un mejor ritmo y un panorama diferente.
El primer caso es el de Avianca, que vio las tinieblas por cuenta del cierre de aeropuertos en Colombia y en los países en los que tiene operaciones. En el caso de la operación local, la aerolínea informó hace un año que se declaraba en bancarrota e, incluso, pidió ayuda al Gobierno Nacional para un millonario préstamo.
Luego de múltiples críticas por la intención del Ejecutivo de lanzarle un salvavidas a Avianca, la compañía desistió de dicho préstamo y buscó financiación por otros lados.
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Justo & Bueno se salva en Colombia
Otra empresa que por poco se acaba en el país es Justo & Bueno, que en mayo pasado entró en proceso de reorganización con ante la Supersociedades y comunicó a sus acreedores el inicio de la negociación de emergencia.
Justo & Bueno tenía un plazo de tres meses para lograr el avance de los procesos y retomar el rumbo. Por suerte los planes le salieron bien y acaba de recibir una millonaria suma por parte de inversionistas extranjeros para continuar.
“Además de haber conseguido el apoyo ampliamente mayoritario de sus proveedores y aliados, logró atraer a un financiador internacional para recuperar su tracción”, aseguró en un comunicado la empresa, de la que hace unos días se llegó a creer que sería vendida.
La misma suerte de Justo & Bueno la tuvo Tostao’, del mismo grupo económico, que hace pocas semanas selló una alianza con Postobón y logró salir de la crisis para apuntarle a nuevas estrategias de negocios.
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On Vacation se salvó y no se liquidará en Colombia
La sociedad Tour Vacations Hoteles Azules S.A.S. logró un acuerdo de reorganización ante la Superintendencia de Sociedades. Luego de pasar por las duras y las maduras, y dicho proceso con el ente regulador, la compañía de turismo anunció que logró financiarse y emprende vuelo nuevamente.
De acuerdo con la Supersociedades, la empresa reestructuró deudas financieras por aproximadamente 32.000 millones de pesos. Así mismo, se fijó un pacto de deuda sostenible, una de las herramientas de alivio financiero que tiene régimen de insolvencia y una vigencia de un año. El 98 % de los acreedores aprobó dicho acuerdo.
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