
En Colombia, el tema del déficit en el sector energético ha captado la atención, especialmente con la prominente solicitud de los gremios al Gobierno Nacional para que se efectúe el pago de los subsidios adeudados.
Dicho requerimiento se origina por una deuda que afecta directamente a las empresas distribuidoras de energía. Según reportes de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía (Asocodis), el monto total pendiente de pago asciende a los 7 billones de pesos.
Tal y como detalla Portafolio, de esa cifra, aproximadamente el 60 % corresponde a deudas con entidades tanto nacionales como territoriales. Dentro de los componentes de la misma se distinguen: 3,4 billones de pesos destinados a la Opción Tarifaria; 2,4 billones a subsidios; 0,2 billones relacionados con precios y la exposición en la bolsa de valores; y el billón de pesos restante corresponde a la deuda oficial.
José Camilo Manzur, director ejecutivo de Asocodis, expresó su preocupación sobre la situación financiera de las empresas más pequeñas, las cuales, según reporta, ya no pueden sostener la financiación de estos subsidios por sí solas.
“No es una advertencia nueva y ha ido cambiando. Ha disminuido la opción tarifaria, pero han subido los subsidios. Hay empresas que me están diciendo que no pueden ya financiar los subsidios, empresas pequeñas. Hay dificultades que esperamos que se resuelvan prontamente, pero son de oxígeno que se requieren ya, de recursos. Entendemos lo que se plantea de procesos de autogeneración hacia adelante, pero es que el problema lo tenemos hoy”, dijo Manzur en declaraciones recopiladas por Portafolio.
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Manzur destacó que esto no solo es un problema de liquidez, sino también una cuestión de sobrevivencia para estas compañías que dependen de recibir estos fondos para operar.
Aumento en facturas de energía: estratos 1, 2 y 3 los más afectados
Así las cosas, si el Gobierno falla en cubrir estos pagos, podría generarse un efecto dominó que afectaría a millones de colombianos. Para las empresas que no cuentan con los fondos necesarios para cubrir los subsidios, el único recurso sería subir las facturas a los consumidores finales.
Cabe destacar que no se incrementaría la tarifa energética, sino el monto final de la factura que reciben los usuarios. Ese incremento se sentiría con más fuerza en los usuarios de estratos socioeconómicos medios y bajos.
“La tarifa es la misma, porque los subsidios se utilizan para financiar, para que el Estado entregue una ayuda a los usuarios más vulnerables de los consumos de subsistencia. No es un tema de tarifa. Y yo siempre he puesto en el caso extremo, en empresas pequeñas, en los cuales casi todos sus usuarios son de estrato 1, 2 y 3“, precisó Manzur.
Y, manera de ejemplo, agregó: “Vamos a poner ejemplo, empresas pequeñas como Putumayo, que tienen un alto componente de estrato 1, 2 y 3. Si hoy un usuario de estrato 1 le llega la factura en 100.000 pesos, está pagando 40.000 pesos, porque recibe del Estado un subsidio de 60 % que es 60.000 pesos. Pero si mañana no hay ese subsidio, ya no va a pagar 40.000 pesos, va a pagar 100.000 pesos. ¿Y qué representa eso? Un incremento en su factura, más no en la tarifa, de 150 %”.




Según las proyecciones de Asocodis, este escenario podría afectar a cerca de 40 millones de personas a partir de 2025, basándose en que muchos hogares colombianos dependen de estos subsidios para poder afrontar sus gastos mensuales.
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