Como si fuera una pelea en el barrio, a Wilmar Barrios le tocó recordar sus épocas de fútbol callejero para defenderse en una bochornosa gresca en el fútbol ruso, donde se enfrentaban dos de los equipos más grandes de ese país. La tensión se empezó a sentir en el encuentro por las dos aficiones, que se cruzaron varias veces con cánticos en las tribunas.

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Ese ambiente caldeado se trasladó a la cancha, pues el partido tuvo mucha pierna fuerte y fue muy disputado sobre todo en la mitad del campo, zona por donde juega Wilmar Barrios. El momento de la pelea sucedió cuando el resultado iba 0-0 y el tiempo se iba agotando, pues la serie se iba a definir en penales.

Sobre el final del encuentro, el cartagenero tuvo un cruce que ya traía desde minutos antes con el holandés Quincy Promes, quien en una acción le recriminó la entrada al colombiano y le empezó a dar puños y patadas, por lo que se desató una batalla campal con la entrada de los suplentes y algunos miembros del ‘staff’ técnico de ambos equipos. 

Incluso, a Barrios fue el jugador que más golpearon los del Spartak Moscú, quienes lo cogieron en gabilla y le dieron puños y patadas. Al colombiano le tocó defenderse casi que desde el piso, por fortuna logró ponerse de pie y el árbitro le tocó intervenir para que los ánimos se controlaran.

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El bochornoso episodio dejó de saldo a seis expulsados, repartidos entre tres de Spartak (Shamar Nicholson, Aleksander Selikhov y Aleksandr Sobolev) y tres del Zenit (Wilmar Barrios, Rodrigo y Malcom). 

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