Los plazos se están agotando para Deportes Tolima, que volvió a protagonizar una decepcionante presentación ante su hinchada. A los ‘Pijaos’ se les olvidó ganar en su casa, el Manuel Murillo Toro de Ibagué y de nuevo resignaron puntos valiosos en su lucha por meterse a los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay 2 2022, con el amargo empate (1-1) frente a La Equidad, por la octava fecha.

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El tanto del extremo Jeison Stiven Lucumí (78′), quien retornó a las canchas tras un mes y siete días de inactividad, no bastó para cambiar la negra suerte que carga el equipo en el presente torneo. El ‘Jeque’ Pablo Sabbag (45+2′), un nombre reiterativo en el imaginario del hincha, se encargó de frustrar las ilusiones de los locales, quienes siguen hundiéndose en el tablero de posiciones del certamen.

Y si al cóctel de lesiones, niveles bajos e incoherencias desde el banco del entrenador Hernán Torres, quien ‘regaló’ 45 minutos sin su jugador más desequilibrante, se suman los increíbles yerros arbitrales del juez metense Diego Ruiz, el producto no puede ser distinto. A los ‘Musicales’ las oportunidades de recuperar su mejor versión se le están diluyendo, sin que sea capaz de levantar en su producción.

Con apenas siete puntos de 24, un rendimiento del 29,16%, en su peor presente desde 2016, y la casilla 17 del tablero, el proyecto deportivo del ‘Vinotinto y Oro’ necesita rápido un revulsivo. En su visita a Junior de Barranquilla, el próximo domingo 28 de agosto (6:10 p.m.), la obligación de Torres y sus dirigidos no puede ser otra que ganar. Cualquier otro resultado sería agravar la crisis. ¿Fin de ciclo?…

En desventaja

La primera llegada de gol del encuentro la protagonizó el visitante, cuando a los 2‘ Dúvier Riascos desperdició lo que pudo ser la apertura del marcador para los ‘Aseguradores’. Fue un claro aviso para el cuadro local, al que le costó salir desde su propio campo con el esférico, más allá de los esfuerzos en zona medular de elementos como el volante chileno Rodrigo Ureña y el cesarense Bryan Rovira.

Con todo y ello, al minuto 19 el anfitrión probó en la media distancia por intermedio del creativo Yohandry Orozco, quien ‘afiló’ su exquisita pegada y con remate de pierna izquierda intentó sorprender al guardameta uruguayo Washington Ortega, quien de manera providencial evacuó la posibilidad del local. La falta de claridad en el último cuarto de cancha generó desespero en el ‘Pijao’.

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A medida que transcurrió el compromiso en el ‘Coloso de la 37’, el foráneo apostó a la pierna fuerte para cortar los avances del ‘Vinotinto’, y por tal motivo vio cómo dos de sus jugadores pronto fueron amonestados: El zaguero central Nicolás Palacios, con pasado en el elenco de la ‘Tierra Firme’, y el lateral izquierdo Andrés Correa, tras sendas faltas contra algunos de los talentosos del rival.

Hasta que a los 41′ se registró la acción polémica del primer periodo. Una falta del guardameta William Cuesta sobre el ariete Francisco Chaverra, que cometió fuera del área, fue sancionada como penal por el silbato Diego Ruiz, en una flagrante equivocación. Pero como si fuera justicia divina, Riascos desperdició desde los 12 pasos la posibilidad, con un defectuoso disparo a lo ‘Panenka’.

No obstante, la alegría del Tolima duró muy poco. A los 45+2′, una mano en campo local del volante improvisado como defensa, Fabián Mosquera, tras un mal rechazo del capitán Julián Quiñoñes, derivó en el segundo penal sancionado por Ruiz de la noche. En esta ocasión, el que transformó en gol la infracción fue el delantero Pablo Sabbag, quien engañó a Cuesta con un cobro al palo derecho.

Apenas alcanzó para el punto

En la segunda mitad, el técnico Hernán Torres Oliveros apostó por la inclusión de Jeison Stiven Lucumí por Orozco, de irregular presentación (46′). Y solo fue cuestión de minutos para que el dueño de casa se arrimara con peligro, luego del potente remate del mediocampista Eduardo Sosa que le ‘calentó’ las manos a Ortega, el gran responsable de que la paridad no se haya consumado.

Y al ver que necesitaba mayor posesión del útil, también se la jugó por la entrada del peruano Raziel García por Ureña, quien tampoco estuvo en su noche. Pero las variantes tardaron en surtir efecto en el trámite del cotejo, pues el sólido sistema defensivo del equipo capitalino neutralizó las intenciones en el juego aéreo, y la presencia por los flancos, que no tuvo mayor fruto ante la carencia de delanteros.

Con doble línea de cuatro en su propio campo, el club bogotano se olvidó de atacar y se la jugó por defender la mínima ventaja, ocupando todos los espacios posibles ante la insistencia -más por ganas que con orden- del elenco de Ibagué. Pero cuando se complicaba la jornada y las ideas cada vez eran más escasas, una jugada de ‘otro partido’ (78′) le salvó la ‘papeleta’ a los ‘Musicales’, una vez más.

Un cobro de tiro de esquina del ‘Inca’ García encontró en el corazón del área al extremo Lucumí: quien de golpe de cabeza, ante la presencia de la pareja de portentosos zagueros, se levantó e impactó la redonda con su ‘testa’, para decretar el empate en el cotejo y robarle un grito estruendoso a los cerca de 3.000 hinchas presentes en las graderías del Murillo Toro. Justo en su retorno a las canchas.

Sin embargo, el impulso solo alcanzó para salvar -otra vez- una unidad en su predio, y no para sumar de a tres. Ya son seis los cotejos sin ganar en la competición y la ilusión de ver al equipo compitiendo por los primeros lugares se aleja cada vez más, para tristeza de una parcial que intenta hallar explicaciones lógicas a tan negro presente, pero que se queda sin argumentos ante este presente.