De acuerdo con el informe  del sheriff del condado de Los Ángeles, Tiger Woods conducía a una velocidad “peligrosa” de 140 kilómetros por hora, el doble del límite autorizado.

El vehículo del deportista estadounidense, que se encontraba solo, se salió de la carretera y dio varias vueltas sobre un sector boscoso, por lo que el jugador de 45 años de edad debió ser hospitalizado, ya que sufrió graves heridas en la pierna derecha y fue operado de urgencia.

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No se encontraron “señales de intoxicación [por drogas o alcohol]” o indicios de “conducción distraída”, agregó el reporte que se hizo público gracias a la autorización de Woods, dijeron los funcionarios.

El deportista podría haber pisado sin querer el acelerador cuando trataba de accionar los frenos tras perder el control del auto, valoró el capitán James Powers, pese a que Woods no consigue recordar lo ocurrido.

El golfista debió ser sometido a la inserción de una barra en la tibia, además de clavos y tornillos para estabilizar sus articulaciones, por lo que actualmente continúa con su recuperación en su casa de La Florida.

De hecho, el propio jugador emitió un comunicado en sus redes sociales para agradecer el tratamiento recibido por parte de los cuerpos especializados y los mensajes de apoyo de sus fanáticos.

Comunicado de Tiger Woods

En los últimos días, recibí noticias del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles de que su investigación con respecto a mi accidente de tráfico del 23 de febrero se completó y se cerró.

Estoy muy agradecido con los buenos samaritanos que vinieron a asistirme y llamaron al 911. También estoy agradecido con las autoridades por ayudarme de manera tan experta en la escena y llevarme sano y salvo al hospital.

Continuaré concentrándome en mi recuperación y en mi familia; agradezco a todos por el apoyo y el aliento abrumador que he recibido durante este momento tan difícil.