Según relató Cardoso a Coluna do Flamengo, el fuego se inició en el aire acondicionado que estaba ubicado en el cuarto donde él dormía. Por fortuna, el joven futbolista se despertó a tiempo y pudo escapar del lugar, esquivando la muerte.
Aun así, el brasileño, a través de sus redes sociales, lamentó no haber podido rescatar a sus compañeros y aseguró que tras la tragedia no ha podido conciliar el sueño pensando en el angustioso momento que tuvo que vivir.
Además de Cardoso, Samuel, de 16 años, fue otro de los que pudo sobrevivir a la tragedia, gracias a que sintió un olor “muy fuerte” a quemado que lo hizo despertarse, según declaraciones citadas por Infobae, recogidas del portal Lance.
“Pensé que era mi celular que se había quemado, pero cuando fui a ver, observé una explosión y vino humo a mis ojos. Grité: “Socorro, socorro” y salí corriendo. No tuve tiempo de ayudar”, dijo el juvenil.
Infortunadamente, 10 menores no contaron con la misma suerte de los otros 2 juveniles y perdieron la vida en el incidente ocurrido en el Centro de Entrenamiento Ninho do Urubu, este viernes.
Las víctimas oscilaban entre los 14 y 16 años y, uno de ellos, iba a festejar sus 15 años este sábado.
Otros 3 jóvenes resultaron heridos, mientras que 13 lograron salir ilesos del lugar.
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