La pesista Leidy Solis había pedido ayuda públicamente a las autoridades y a sus coterráneos, para que pudieran dar con el paradero de las medallas que ganó en los últimos años. Eso era lo único que le importaba a la vallecaucana, más allá del valor de los otros objetos tecnológicos.

El pedido de Solis tuvo efecto más rápido de lo pensado. Tan solo un día después, agentes del comando Región 4 de la Policía del Valle llegaron a una chatarrería de Tuluá para recuperar las 10 medallas que ladrones se habían llevado del domicilio de la deportista que logró la presea de plata en los Juegos Olímpicos del 2008.

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“Por favor, las personas, devuelvan las medallas. Lo que les van a dar por eso no se asemeja a todo lo que hay detrás de una medalla. Para nosotros es nuestra vida”, había manifestado públicamente Solis horas después de darse cuenta del atraco.

Las autoridades vallecaucanas celebraron el hallazgo, pero advirtieron públicamente que las investigaciones para capturar a los ladrones se mantienen. “Continuamos la investigación para identificar los responsables”, señaló el comando Región 4 en su cuenta de Twitter.

Solis  ha labrado una carrera bastante exitosa y es una de las esperanzas de medalla en la categoría de 69 kilogramos para Colombia en los Juegos Olímpicos de Tokio que se llevarán a cabo el próximo año.