“Ha sido un poco agridulce. Nos quedamos con lo bueno”, afirmó el ciclista colombiano del Movistar, de 28 años, este sábado antes de disputar la penúltima etapa, la contrarreloj individual, sobre 31 km.

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“Hemos ganado una de la etapas más bonitas del Tour, con elegancia. Eso nos deja tranquilos y satisfechos. Nos quedan más años para seguir probando e intentando. Seguiremos ahí luchando”, añadió Quintana, noveno en la general, a más de 10 minutos del líder, el galés Geraint Thomas.

La victoria del miércoles en Saint Lary Soulan, muy montañosa pese a sus cortos 65 km, le permitió ascender a la quinta plaza.

Pero el viernes, dolorido por la caída del día anterior, no pudo seguir a los favoritos, con los que perdió contacto al inicio del último puerto, el Aubisque, para entrar a más de siete minutos del ganador, el esloveno Primoz Roglic, bajando a la novena posición.

Quintana se acordó este sábado de las heridas producidas el jueves en la decimoctava etapa, entre Trie sur Baise y Pau.