El principal antecedente obedece al escándalo que protagonizó el mexicano Mauricio Ortega, exdirector del periódico La Prensa y quien hurtó de un vestuario la camiseta de Tom Brady, mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra, al término del Super Bowl de 2017.

Es por ello que este domingo 4 de febrero, día de la final del fútbol americano estadounidense, las acreditaciones de los comunicadores tendrán un chip que transmitirá señales útiles para darles seguimiento por parte de los cuerpos de seguridad.

De esta manera, los organizadores del certamen esperan evitar hechos como los ejecutados por Ortega, hombre que en años anteriores también sustrajo otra camiseta del propio Brady, así como los zapatos y el casco de Von Miller, jugador defensivo de los Broncos de Denver.

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Además, los camerinos tendrán lectores en la puerta para registrar la entrada y salida de los periodistas junto con sus pertenencias.

El encuentro se llevará a cabo en el estadio US Bank de Minneapolis entre las Águilas de Filadelfia y los Patriotas de Nueva Inglaterra, elenco defensor del título.

Con información de EFE