Cuatro meses después de sufrir un grave accidente que por poco la deja parapléjica, la ciclista Miryam Núñez, de Ecuador, tocó la gloria bolivariana y se quedó con la presea dorada de la contrarreloj individual del ciclismo de ruta en los XIX Juegos Bolivarianos Valledupar 2022.

A la pedalista de 27 años un conductor irresponsable la arrolló el pasado 13 de febrero, durante un entrenamiento en su país,  ocasionándole “una fractura occipital y una hemorragia, además de varias contusiones en su cuerpo”.

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Sin embargo, en vez de achicarse por el peligroso piso mojado y el asfixiante calor que acompañó el recorrido durante los 30.3 kilómetros, se agigantó y se impuso con un tiempo de 42 minutos y 59 segundos, tiempo con el que entregó la primera presea dorada para su país.

“Una medalla que buscaba hace muchos años, vengo de salir de un accidente súper duro, estoy agradecida con Dios y ahora a disfrutar de este momento, la vida me da otra oportunidad”, dijo la velocista a El Pilón tras llegar a la meta ubicada en la plaza de banderas de la Gobernación del Cesar.

Ese accidente por poco me deja sin poder caminar, después de eso fue duro trabajar sobre la bicicleta, ha sido más que trabajo, voluntad”, recalcó la campeona panamericana y de la Vuelta a Colombia de hace dos años.

Con bicicleta prestada

Pero recuperarse de la grave lesión y desafiar la lluvia durante la prueba no fueron los únicos obstáculos que superó Miryam.  El paro nacional que vive el vecino país le impidió viajar con su propia bicicleta.

Fue así como apareció a quien ella denomina su ‘angelito’: Basilio Aristizábal, presidente de Bicicletas Strongman, quien le prestó una para correr en Valledupar.

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“Basilio es mi angelito, la persona que siempre ha estado salvándome, yo no cuento con una bici de crono propia y Basilio las veces que ha podido me ha prestado la bicicleta y hoy corrí en la bicicleta de él y pues este triunfo también es de él, maneja un equipo de hombres en Bogotá, hace 2 años también me prestó la bicicleta. Para venir acá por los momentos que estamos viviendo en nuestro país no pude traer la bicicleta y me la prestó”, cuenta Núñez.