Siempre existirán protestas y se generarán dudas sobre la actuación de un árbitro en algún partido. Sin embargo, lo que se vivió en la década del 80 en Colombia era escándalo tras escándalo. Varias veces algún club amenazó con retirarse del campeonato.

Por la fecha 6 del octogonal final de 1986 el Medellín recibió a Millonarios en el Atanasio Girardot. Para los antioqueños era de vital importancia el triunfo para superar al conjunto capitalino y alcanzar la cuarta posición. El ‘poderoso’ no había perdido ningún partido de local, mientras que los azules sumaban dos derrotas fuera de ‘El Campín’.

(Vea también: Sin el ídolo: Medellín, a la ‘caza’ de Millonarios por la semifinal de Copa BetPlay)

Para nadie era un secreto que los narcotraficantes manejaban los equipos y existían muchas dudas sobre las actuaciones arbitrales por posibles amenazas y sobornos.

A Colombia llegaron jueces de otros países para intentar darle más transparencia al torneo y uno de ellos fue el chileno Enrique Marín quien sería el encargado de dirigir ese Medellín vs Millonarios.

El DIM era uno de los equipos que desde el comienzo se había opuesto a la contratación de árbitros extranjeros. Sin goles finalizó el partido y con Eduardo Basigalup, aquero de Millos, como figura.

Las jugadas discutidas fueron una mano en el área de Germán Gutiérrez de Piñeres y un gol anulado a Eduardo Malásquez por fuera de lugar. Después de ese banderazo Juan Manuel ‘sugar’ Ortiz agredió al juez de línea y fue expulsado.

(Vea también: Suceso entre hinchas de Santa Fe y ‘Clan del Golfo’ afectó a seguidores de Millonarios)

“Cualquier árbitro de la Liga de Antioquia lo hace mejor que ese señor a quien le queda mejor una posición al lado de Pinochet”, dijo Mario de Jota Valderrama, presidente del Medellín. Además, aseguró que el DIM se retiraba del campeonato para “sentar un precedente por los atropellos de los que son víctimas los equipos de Medellín”.

De otro lado, el técnico Julio Comesaña aseguró que tuvo ganas de cobrar justicia por mano propia, pero que la madurez lo hizo mantener la calma.

El club envió una carta al presidente de la Dimayor, León Londoño, para iniciar el trámite de su retiro del torneo, estaban dispuesto a asumir las consecuencias de esa decisión y de ofrecer la ficha del equipo para el siguiente torneo a personas que estuvieran interesadas.

Lee También

Parecía que no había marcha atrás, pero en la asamblea de accionistas del Independiente Medellín se aprobó seguir en el campeonato. Sin embargo, le daba plena facultad a la junta directiva para retirar al equipo si algo similar volvía a ocurrir. Además, pidieron la renuncia de León Londoño y la intervención del gobierno en el fútbol. Al final no ocurrió mayor cosa y se calmaron las aguas.