“Tras 28 años y cinco títulos del Grand Slam, estoy lista para escalar otra montaña en un terreno diferente”, añadió la deportista rusa, de 32 años, que llegó a ser número uno mundial, cuya carrera se vio manchada por una suspensión de 15 meses por dopaje en 2016.

La rusa, que cayó al puesto 373 del ránking mundial, llevaba cuatro derrotas consecutivas, incluidas las eliminaciones en las primeras rondas del US Open de 2019 frente a Serena Williams y del Open de Australia de 2020 contra la croata Donna Vekic, su último partido.

“A lo largo de mi carrera, ‘¿vale la pena?’ nunca fue una pregunta. Últimamente esa cuestión era permanente”, escribió la rusa, que ha visto tenido varias lesiones en los últimos años.

La tenista ha tenido que luchar especialmente con una dolencia crónica en su hombro derecho desde el 2008.

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Y agregó: “Al dar mi vida al tenis, el tenis me dio una vida. Lo extrañaré todos los días. Echaré de menos el entrenamiento y mi rutina diaria: despertarme al amanecer, atar mi zapato izquierdo antes que el derecho y cerrar la puerta de la cancha antes de golpear mi primera pelota del día”.

Asimismo, Sharapova recurrió a su cuenta de Instagram en donde posteó una foto de cuando era pequeña y estaba entrenando tenis; la acompañó con una conmovedora dedicatoria:

“El tenis me mostró el mundo, y me mostró de qué estaba hecha. Es cómo me probé y cómo medí mi crecimiento. Y así, en lo que sea que elija para mi próximo capítulo, mi próxima montaña, todavía estaré presionando. Seguiré escalando. Seguiré creciendo”, dijo.

La rusa es una de las pocas jugadoras que ha ganado los cuatro torneos del Grand Slam, tras vencer en Wimbledon en 2004, en el US Open en 2006, en el Open de Australia en 2008 y en Roland-Garros en dos ocasiones, en 2012 y en 2014.