Muhammad Alí tenía su propio método para todo y rompió con todos los códigos del manual de boxeo, pues hacía lo contrario a lo que supuestamente se debe hacer: mantenía la guardia abajo, el mentón arriba, retrocedía de espaldas, no de lado, y se dejaba llevar a la esquina del cuadrilátero, reporta The New York Times.

Romper las anteriores reglas no era gratuito, pues todo obedecía a una concienzuda estrategia del boxeador, estrategia que requería de la mente y el cuerpo de un superdotado como fue Alí. Estas son las claves, según el artículo del ‘Times’, de por qué el pugilista fue ‘el más grande’:

Las piernas

La forma en que Alí bailaba en el cuadrilátero, con un particular cruce de los pies, tenía su razón de ser y lo hacía más efectivo al momento de pegar o defenderse. El diario cita a un exboxeador, quien dice: “¿Cómo alguien puede usar esa táctica que no tiene nada que ver con el boxeo y lograr que sea efectiva?”.

A veces, Alí movía ambos pies adelante y atrás, sin que su cuerpo se moviera. Eso le servía para adormecer o desconcentrar a su rival, como lo muestra este video de una pelea de 1966 contra el pugilista Cleveland ‘Big Cat’ Williams, que duró solo 3 asaltos (minuto 1,35, aunque todo el video muestra la espectacular danza de Alí).

Los puños

El ‘Times’ y quienes vieron pelear a Alí concuerdan en que su ‘pegada’ no era tan demoledora como la de Mike Tyson o contemporáneos de Alí, como Ken Norton, quien le fracturó la mandíbula al glorioso boxeador.

No obstante, el alcance de sus brazos, su poderoso ‘jab’ (el puño aparentemente suave que se pega para mantener la distancia o para minar la resistencia del oponente) y la combinación de golpes hacían que los contrincantes se fueran desgastando hasta llegar a los golpes para tumbarlos o noquearlos.

El siguiente video de una pelea de 1966 contra George Chuvalo muestra las combinaciones de golpes de Alí, quien, también contrario al ‘manual’ del boxeo, atacaba sobre todo la cabeza de su oponente:

La barbilla

El artículo del ‘Times’ destaca la capacidad de Alí para asimilar los golpes a la barbilla: “Nadie como él para absorber los golpes”, dice Larry Holmes, excampeón mundial, quien fue ‘sparring’ de Alí y el único que le propinó una golpiza a su maestro en el ring.

Otro ejemplo de fortaleza es cuando Joe Frazier le quitó el título con un golpe pleno a la barbilla que lo tiró al piso en el último asalto y que por ello Alí perdió la pelea por decisión: “La forma y la velocidad en que Alí se reincorpora es asombrosa. Nadie con un golpe como ese se hubiera levantado”, dice el exboxeador Ray Mancini.

Este es el asalto en el que Frazier tira a Alí a la lona, en el segundo 25 del video:

El cuerpo

Alí tenia buena estatura (1,91 metros) y contaba con un cuerpo fornido sin exceso de grasa, lo cual lo hacía muy veloz con los puños y le permitía bailar durante 15 asaltos. Otra característica era sus sobresalientes reflejos que, con la guardia abajo, le permitían esquivar golpes con movimientos de cintura y de cabeza.

Este video de una pelea contra Ron Lyle en 1975 ejemplifica tal característica:

El cerebro

La inteligencia para boxear de Alí es incuestionable, ejemplos de ello son peleas como aquella en que venció a George Foreman en Zaire (hoy, República del Congo), cuando durante toda la pelea Alí le hizo creer que estaba a punto de caer, solo para cansarlo y noquearlo en el último round.

Lo mismo hizo con Sonny Liston, a quien le arrebató el título mundial en 1964 mediante una muestra de control mental. Este video muestra el combate de 1977 contra Earnie Shavers y despliega el control de Alí sobre la situación de pelea: