Ambos tenistas disputaron el segundo partido más largo de la historia del torneo. Anderson se enfrentará el domingo en la final al español Rafa Nadal o al serbio Novak Djokovic, que se miden en la otra semifinal.

A sus 32 años, el sudafricano disputará su segunda final de Grand Slam, después de la perdida en septiembre en el Abierto de Estados Unidos ante Nadal. Es el primer jugador de su país en alcanzar este nivel de la competición en Wimbledon desde 1921 (Brian Norton).

El reloj marcaba 6 horas y 35 minutos cuando el 8º jugador del mundo finalizó con la resistencia del estadounidense, ubicado en el décimo puesto del ranking mundial.

El segundo partido más largo del torneo hasta la fecha había durado 6 horas y nueve minutos, en dos días; fue en 2006, en cuartos de final de dobles masculinos entre Mark Knowles, de Bahamas, y el canadiense Daniel Nestor, que superaron al sueco Simon Aspelin y al australiano Todd Perry 23-21 en el quinto set.

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El segundo partido más largo de la historia del torneo en categoría individual era el que midió al croata Marin Cilic ante el estadounidense Sam Querrey (17-15 en el quinto set) en tercera ronda en 2012.

Isner sabe lidiar en partidos largos, ya que ganó en 2010 el más largo de la historia del Grand Slam inglés. Estuvo 11 horas y 5 minutos, en tres días, para ganar 70-68 en el quinto set al francés Nicolas Mahut.