El 20 de junio de 2004, Juan Pablo Montoya llegaba al Gran Premio de Estados Unidos en Indianápolis con hambre de victoria. Corriendo para Williams-BMW, el colombiano estaba en su mejor momento, pero lo que prometía ser un día de gloria terminó en una descalificación que pasó a la historia.
(Vea también: Carlos Antonio Vélez no se la rebajó a Falcao tras papelón de Millonarios en Sudamericana)
De hecho, hace unos días la cuenta de X (antes Twitter) de la Fórmula 1 recordó dicho episodio, histórico por lo que hizo el colombiano antes de comenzar la competencia bajó de su carro y salió corriendo hacia los pits.
Nadie entendía qué era lo que había pasado, pero minutos después se supo que el carro de Montoya no encendió y permaneció estático. Por tal motivo, el colombiano salió en busca de su coche de repuesto para poder competir.
Acá, el video de lo sucedido:
MONTOYA POR FAVOR#F1 pic.twitter.com/doMIdzL9t7
— Formula 1 (@F1) February 7, 2025
Sin embargo, y pese a que arrancó la competencia una vuelta después, el haber cambiado de vehículo con la carrera en marcha y no en los quince segundos previos que indicaba el reglamento hizo que lo descalificaran al final.
¿Cómo fue el paso de Juan Pablo Montoya por la Fórmula 1?
El bogotano no solo puso a Colombia en el mapa de la Fórmula 1, sino que dejó un legado como uno de los pilotos más talentosos y carismáticos de su época. Entre 2001 y 2006, el colombiano corrió 95 Grandes Premios con Williams y McLaren, enfrentándose a titanes como Michael Schumacher y Kimi Räikkönen.
Montoya debutó en 2001 con Williams, y no tardó en mostrar su garra. Ese año ganó en Monza, convirtiéndose en el primer colombiano en subir a lo más alto de un podio de F1. Con un estilo agresivo y un talento innato para las pistas rápidas, el ‘cafetero’ sumó 7 victorias en total, incluyendo joyas como el Gran Premio de Mónaco 2003 y Brasil 2004, su última con Williams antes de saltar a McLaren.
En el equipo inglés brilló en 2005, ganando tres veces (Silverstone, Monza y Spa), pero su relación con el jefe Ron Dennis nunca fue un cuento de hadas.
Sus números fueron 30 podios, 13 poles y 12 vueltas rápidas. Estuvo cerca del título mundial, terminando tercero en 2002 y 2003 con Williams, pero la falta de un carro competitivo en sus últimos años y algunas decisiones polémicas lo dejaron sin corona.
En 2006, un choque con Räikkönen en el GP de Estados Unidos fue la gota que derramó el vaso y Montoya dijo adiós a la F1 a mitad de temporada para probar suerte en NASCAR.
Aunque no ganó un campeonato, su legado trasciende: fue un piloto que corría con el corazón, y sus duelos con Schumacher y compañía aún se recuerdan en las tertulias de los amantes del automovilismo.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO
.svg)
