Generalmente estamos acostumbrados a que los futbolistas vienen de la pobreza y el deporte fue la vía para salir adelante. Pues el caso de Heleno de Freitas es totalmente diferente, su familia era dueña de cafetales, ferreterías y tiendas de textiles en São João Nepomuceno, municipio de Minas Gerais. Cuando murió su padre la familia finalmente se radicó en Río de Janeiro y a los 17 años, mientras estudiaba derecho, lo vieron jugar y lo llevaron al Botafogo.

Heleno era un intelectual, inteligente y locuaz, pero al mismo tiempo mujeriego, con una personalidad difícil y alcohólico. Con Botafogo no logró el título, pero marcó la suma de 209 goles en 235 partidos. A pesar de sus polémicas los hinchas lo amaban y quiso tomarse un aire en 1948 por lo que se marchó a Boca Juniors. En Argentina no fue noticia por lo futbolístico, sino por su supuesto romance con Evita Perón.

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Su siguiente paso sería el Vasco da Gama donde ganó el Campeonato Carioca en 1949. Con la Selección Brasileña había sido subcampeón de la Copa América en 1945 y 1946. Flávio Costa era el técnico tanto de Vasco como de la selección, un entrenador rígido y al que supuestamente Heleno alguna vez amenazó con un revólver. Las polémicas con ‘El Príncipe Maldito’ aumentaron en 1950 al decidir dejar Brasil para jugar en Colombia.

Junior no convocaba muchos hinchas, mientras que los demás equipos estaban contratando grandes figuras de Suramérica en lo que se conoció como ‘El Dorado’. El campeonato de la Dimayor era una liga pirata, la FIFA no lo reconoció y no se pagaban las transferencias internacionales. Mario Abello quiso dar un golpe de opinión y en marzo de 1950 aterrizó Heleno de Freitas en Barranquilla.

En uno de sus primeros partidos le marcó 4 goles al Bucaramanga, pero poco a poco la noche lo fue absorbiendo. Casinos, prostíbulos y bares eran el hogar de Heleno. Ningún jugador que actuara en Colombia podía ser convocado al Mundial, aunque muchos ya daban por descontado que a De Freitas no lo llamarían por sus problemas con el técnico.

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A finales de junio inició el Mundial en Brasil y tras los primeros partidos un directivo aseguró: “Baltasar no vale una pierna de Heleno”. Un periodista crítico del crack escribió irónicamente: “¿Qué habrá hecho esa pobre Colombia para tener que soportar al doctor Heleno de Freitas?”. Aunque anteriormente dijo: “Dios quiera que aún tengamos a Heleno cuando nos llegue el momento de jugar la Copa del Mundo”.

Brasil perdió el Mundial con Uruguay en lo que se conoció como el ‘Maracanazo’ y miles de brasileños quedaron desconsolados. “¿Dónde estaba Heleno?”, fue la pregunta que muchos se hicieron y creían que con él la historia era otra. De Freitas marcó 15 goles con el Junior en 36 partidos y muchos lo consideran el primer ídolo del conjunto ‘tiburón’.

Gabriel García Márquez escribió sobre el crack: “El maestro Heleno habría sido un extraordinario autor de novelas policíacas. Su sentido del cálculo, sus reposados movimientos de investigador y finalmente sus desenlaces rápidos y sorpresivos le otorgan suficientes méritos para ser el creador de un nuevo detective para la novelística de policía”. Heleno de Freitas se retiró en 1951, contrajo sífilis y terminó su vida en un hospital psiquiátrico donde murió en 1958 a los 38 años.