El presidente del equipo, el empresario Renzo Rosso, respondió a las críticas asegurando que la medida era “una iniciativa para colaborar con la visibilidad del deporte femenino”, ya que las adolescentes que fueron designadas como recogebolas son jugadoras del equipo ‘sub 16’ del club de voleibol Anthea Vicenza Volley.

A ese primer argumento se sumó otro que fue catalogado como insólito por los críticos más fuertes de esa decisión que tomó el equipo italiano. El Virtus Vicenza aseguró que los señalamientos fueron desproporcionados porque “la ropa usada por las chicas es la utilizada habitualmente en la vida cotidiana de los adolescentes”, reseñó el diario Marca de España.

El equipo de voleibol en el que juegan las jóvenes también tuvo que pronunciarse por la polémica que se generó. El Anthea Vicenza Volley defendió la iniciativa del equipo de fútbol asegurando estar “decepcionados por la exposición mediática excesiva y convencidos de la bondad de la iniciativa cuyo espíritu no es otro que promover los lazos entre dos disciplinas alejadas por su tipología de juego y su afición”.

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Como resultado de la polémica, el Virtus Vicenza se disculpó y prometió: “tomaremos nota de las reacciones suscitadas de cara a futuros partidos con el objetivo de que el deporte sirva para unir y no para dividir”.