Dávila es un hombre conocido en Santa Marta y los municipios del Magdalena. Inició como un empresario de alta influencia en la zona bananera de la región y posteriormente adquirió otras empresas, ha ocupado varios cargos administrativos y es el actual presidente del Unión Magdalena.

Acusado de dos asesinatos 

En enero de 2007 la justicia colombiana determinó que Dávila asesinó a su esposa Carmen Vergara Díaz. El empresario contrató a unos sicarios que interceptaron a la víctima en una vía que une a Santa Marta con el sector del Rodadero para cometer el crimen.

Vergara estaba a cargo de las finanzas de María del Pilar Espinosa, viuda de su exsocio Jorge Gnecco Cerchar y más adelante Dávila sostuvo una relación con Espinosa, al parecer para obtener parte de su fortuna.

El polémico directivo también fue acusado este año por el asesinato de Javier Alfredo Cotes Laurens, juez que lo condenó por narcotráfico en los años 90. Hasta el momento no se ha determinado su culpabilidad y sigue pagando condena por el asesinato de su esposa.

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Narcotráfico y paramilitarismo

Dávila y su familia han estado involucrados en numerosos negocios de la región y en la posesión de varias tierras en la zona bananera y cerca a la Sierra Nevada. En 1993 el empresario fue hallado culpable por siembra de coca y marihuana. Por esos delitos fue condenado a 10 años de prisión. 

A Dávila le hicieron extinción de dominio en varias propiedades en 1997 luego de que le comprobaran nexos con el paramilitarismo. En 2003 perdió el 25 % de las acciones del Unión Magdalena a manos de la justicia.