Según Olé, Daniela Cortés, que señala a Sebastián Villa de violencia de género por “lesiones leves”, regresó a Medellín debido a que “no tuvo mucho más para aportar” después de dar su versión y que de manera virtual testificaran a su favor desde Colombia “su mamá, su hermana y una amiga”.
La mujer se devolvió de Argentina en un vuelo de Avianca pese a ser acusada por Villa de extorsión y robo de más de 24 millones de pesos colombianos, caso que aún no se resuelve.
Además, “7 de 10 testigos” ya hablaron a favor de Villa (entre ellos, Juan Fernando Quintero), agregó el medio.
El periódico apuntó que “la importancia que podría tener Cortés en Buenos Aires estaba relacionada con lo mediático”, pues apareció en múltiples canales de televisión arremetiendo contra Villa y narrando “cuestiones que no aparecen en la causa judicial” y que “no tendrían importancia” para el proceso.
Olé dejó ver que la sobreexposición de la mujer terminó desgastando su imagen en la etapa preliminar de las investigaciones sin obtener mayores resultados a su favor, pues un juez de control de garantías le negó pedidos monetarios que le hizo a Villa, como una cuota de manutención, el embargo de la cuenta en la que Boca le consigna el salario, dinero para gastos del caso y hasta sus implementos deportivos.
El rotativo concluyó contando que la defensa de Villa considera que Daniela Cortés agotó la presión mediática, que las pruebas y testigos del futbolistas han sido más contundentes y que el caso sobre supuestas agresiones podría terminar prontamente.
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