7.500 de quienes estarán en las tribunas del escenario deportivo serán profesionales de la salud que han enfrentado en primera línea a la pandemia del COVID-19. Sin embargo, todos deberán estar vacunados para ingresar a la final del fútbol americano estadounidense.

Los 14.500 asistentes restantes serán aficionados previamente inscritos que mediante sorteo tendrán derecho a comprar los respectivos tiquetes de acceso al estadio, donde se deberán ubicar con un distanciamiento de 1,8 metros entre sí.

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De hecho, todos los fanáticos que logren presenciar el partido recibirán un paquete de protección contra la pandemia, anunció la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL)-

Brian McCarthy, vicepresidente de comunicaciones de la NFL, presentó a la prensa el contenido que será distribuido y cuyo uso será obligatorio en las tribunas: mascarilla, gel para manos y un protocolo impreso para que los asistentes lean las medidas de bioseguridad.

Los Chiefs llegan al cotejo como los actuales campeones, mientras que los Buccanneers harán historia al ser el primer equipo que luche por el trofeo Vince Lombardi en su propio campo.

Los riesgos de contagio ya han comenzado a rondar a los finalistas, pues la escuadra visitante anunció el aislamiento del centro Daniel Kilgore y del receptor abierto Demarcus Robinson debido al COVID-19.

Ambos jugadores pueden ser incluidos en la lista de inscritos si arrojan resultado negativo en los siguientes 5 días.

Por otra parte, profesionales epidemiólogos han pronosticado que las medidas no serán suficientes y que en el Super Bowl LV se esparcirá el virus de manera masiva.