Rigoberto Urán integró una fuga que alcanzó a tener más de 7 minutos de ventaja y en la que él era el mejor ubicado en la general.

Fue así como asumió la responsabilidad de neutralizar los ataques en la última escalada y a falta de 300 metros se lanzó por la victoria.

El antioqueño cruzó escoltado por el francés Quentin Pacher y por el local Jesús Herrada, únicos que le aguantaron el ritmo en el remate.

Al final, el popular ‘Rigo’ rompió el protocolo y entregó sus primeras declaraciones a los medios presentes antes que a la oficina de prensa de la organización de la carrera.

Y como es tradicional en él, soltó más de un madrazo, aunque en esta oportunidad lo hizo para dejar salir toda su felicidad por la victoria conseguida, gesta que lo dejó noveno en la clasificación individual.

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“Juep…, qué belleza. Esto es una hijuep… felicidad”, fueron sus primeras palabras ante los representantes de los medios.

Y agregó: “Siempre hay que intentarlo y tener la moral arriba. Esperé hasta el final para arrancar porque todos veníamos con las fuerzas justas”.

Y añadió con otra de sus palabrotas: “Estoy tan contento que estoy es agüevado”.

Posteriormente, ante los micrófonos oficiales de la Vuelta a España fue más cuidadoso con sus expresiones y manifestó que este logró en la ronda ibérica “lo venía buscando hace muchos años”, pues era una materia pendiente al ya contar con victorias en Giro y Tour.

“Vi la oportunidad, dije: ‘Es ahora o nunca y lo intenté’”, añadió.

Y cerró con un mensaje de motivación: “Agradezco a mi equipo, a mi familia y a mí mismo porque soy el primero en confiar en mí… Siempre hay que creer y luchar, levantarse con buena actitud e intentarlo, nunca perder la ilusión”.

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