No son muchos los jugadores nacidos en la tierra del pentacampeón del mundo que pudieron brillar en Bogotá. En la década del 60 varios brasileños pudieron destacarse con el ‘león’: Waltinho, José ‘Pepillo’ Marín, Claudionor Cardozo, Gelson Viera, Paulo Pisaneschi y Luis Carlos Cunha. De resto no hubo muchos más que pudieran llamar la atención. En el Siglo XXI llegó uno con buena hoja de vida y despertó el interés.

(Lea acá: Clasificados de Liga BetPlay se definen el 14 de mayo; horario, preciso para celebrar)

Santa Fe vivió varios años difíciles en los 90, no solo por los resultados deportivos, sino por la situación económica. En 2003 llegó a la presidencia Eduardo Méndez, con un aire renovador y con dinero para invertir. Para el 2004 dejó en el cargo al técnico Julio Comesaña, a pesar de no haber clasificado entre los 8, y contrató varios jugadores: Luis ‘Neco’ Martínez, Juan Fernando Leal, Arilson, Paulo Diniz, Carlos Vilarete, Alejandro Naif y regresó Léider Preciado.

Antes de iniciar el campeonato el Centro de Alto Rendimiento era una fiesta. Los hinchas ‘albirrojos’ acompañaban la pretemporada con cánticos de aliento y banderas y creían que por fin iba a acabar la mala racha luego de 28 años sin títulos. “Santa Fe fue el equipo que mejor se reforzó”, decía sin dudarlo Aldo Leao Ramírez. El propio Méndez siguió el juego de los medios de comunicación y calificó al equipo como un Mercedes Benz.

Brasileros que jugaron en Independiente Santa Fe

Uno de los que más llamaba la atención era Arilson Gilberto Costa. En su hoja de vida lo más importante había sido ser el ‘10’ de Gremio en el título de Copa Libertadores de 1995 que le ganaron a Atlético Nacional. Jugó en el Kaiserslautern de Alemania, Real Valladolid de España, Palmeiras, Universidad de Chile, el fútbol árabe y otros clubes de su país no tan reconocidos. En diálogo con El Tiempo dijo: “Soy un hombre al que le gusta crear las jugadas, lanzar muchos balones a los compañeros y dejarlos en posición de gol…Voy a hacer todo dentro de la cancha para que nuestro equipo sea campeón”.

Pero aparte de ese historial también llegaban comentarios de que su complicada vida nocturna con fiestas y alcohol: “Yo vine aquí para jugar fútbol solamente. Prefiero olvidar el pasado y dedicarme a jugar fútbol. Sobre mi pasado prefiero no hablar, la indisciplina no es el tema, hablemos de fútbol”. Arilson reconoció que apenas estaba en un 60 % físicamente, aunque en sus primeros entrenamientos en febrero los hinchas y periodistas quedaron gratamente sorprendidos.

Pasaron 3 fechas y Santa Fe nada que ganaba, apenas empató contra Nacional y perdió con Pasto y Tolima. Comesaña no se veía preocupado y sentenció: “Santa Fe será campeón este año, no sé si en el Apertura o en el Finalización, o si conmigo o ‘sinmigo’”. El ‘10’ brasileño nada que debutaba, pero se hablaba de golazos de tiro libre en los entrenamientos, de uno de la mitad de la cancha y hasta de goles olímpicos. La jornada 5 tenía como atractivo el Clásico Capitalino y Arilson haría su debut.

¿Cómo le ha ido a Santa Fe contra clubes brasileros?

Empate a un gol fue el resultado final y Arturo Boyacá opinó luego del partido: “Vinimos a ver el ‘10’ del Mercedes y terminamos viendo al ‘10’ que monta en Transmilenio”. El extécnico cardenal se refería a Carlos Adonay Acevedo, joven volante de Millonarios. Arilson confesó sentirse ahogado por la altura. El brasileño jugó contra Tolima, Unión Magdalena y Cali, apenas le ganaron a los samarios y nada que despegaba el equipo. Por la fecha 10 cayeron goleados 4 – 0 con Bucaramanga y el ‘10’ salió expulsado.

Lee También

Comesaña dejó el cargo y lo reemplazó Jaime de la Pava, el equipo levantó un poco, aunque no fue suficiente para clasificar a los 8. Lo único que mostró Arilson fue un “casigol” olímpico ante el América en Cali y de igual manera un tiro de esquina que cobró cerrado contra el Junior y Edgar Zapata metió el balón en propia puerta. Fueron en total un poco más de 500 minutos disputados en 8 partidos y una ilusión que se apagó rápidamente. Para los últimos partidos solo 3.000 hinchas vieron a Santa Fe y Arilson fue uno de los primeros en marcharse del equipo.