Las denuncias por las precarias condiciones de los trabajadores en los estadios que harán parte de la fiesta futbolera en diciembre, cada vez hacen más eco en el mundo.

Varios colectivos LGBTI manifestaron la preocupación y molestia por la vulneración de sus derechos, además de la imposibilidad de viajar a apoyar a sus respectivas selecciones en el país del oriente medio.

A esta oleada de críticas se unió el excapitán de la selección alemana, Philipp Lahm, quien dijo que no irá con la delegación teutona a Catar.

“Los derechos humanos deberían desempeñar un papel importante en la adjudicación de torneos. Si un país que va mal en esa área obtiene el premio, entonces hay que pensar en qué criterios se basó la decisión”.

En esta misma vía, Amnistia Internacional publicó llamativas cifras y testimonios que evidencian el maltrato al que son sometidos los trabajadores que han hecho parte de las labores en el entorno del Mundial.

(Vea también: Inteligencia artificial y tecnología semiautomatizada detectarán fueras de juego en Catar)

Por qué critica Amnistia Internacional el Mundial de Catar 2022 por violación de Derechos Humanos

Ya la selecciones de Alemania y Noruega, durante 2021, habían dejado mensajes en las camisetas que lucían en sus respectivos partidos de eliminatorias, pidiendo que se respetaran los Derechos Humanos en Catar.

Ahora, Aministia Internacional reveló algunas cifras que sustentan las denuncias sobre hechos inhumanos con los refugiados que han llegado a trabajar en obras previas al evento.

Lee También

Por ejemplo, se conoció que:

  • Son 1’700.000 los trabajadores migrantes que han llegado a Catar, lo que significa más del 90% de la mano de obra usada para construcciones asociadas al Mundial.
  • Más de 234 hombres que trabajan en el estadio Jalifa y la Aspire Zone han sufrido abusos y explotación.
  • Los trabajadores del estadio Jalifa reciben un salario mensual promedio de 200 dólares (unos 820.000 pesos colombianos).

El diario británico The Guardian, reveló en su momento que desde el inicio de las obras para el Mundial, cerca de 6.750 trabajadores inmigrantes de países como India, Nepal, Bangladesh, Pakistán y Sri Lanka, han muerto.