A falta de un podio tradicional, a los mejores deportistas del certamen les tocó encaramarse a unas improvisadas canecas puestas al revés sobre el piso.

Cada una estaba marcada con el uno, el dos y el tres para que quienes obtuvieron oro, plata y bronce se treparan en ellas y en ese lugar recibieran su respectiva presea.

Lo particular es que las imágenes fueron difundidas por las redes sociales de la propia Federación Colombiana de Ciclismo, dando a entender que los directivos estaban de acuerdo con lo hecho.

Lo particular es que al tratarse de pedalistas del sistema paralímpico, se le quita brillo, decoro y altura a lo que debe ser su exaltación, pues se trata de atletas que por sus condiciones físicas hacen más esfuerzo que los demás.

De hecho, no todos pudieron subirse a las canecas, como aquellos que utilizan sillas de ruedas, ya que no se diseñó ni se contempló un podio para que ellos lograran sentirse en la cima.

Lo cierto es que fue una situación pocas veces vista y que no se compadeció con la inclusión y facilidades que se les deben brindar a ciclistas paralímpicos en un evento en el que justamente ellos eran los únicos participantes.

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Acá, las imágenes de lo acontecido:

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