“Con profundo dolor confirmamos el asesinato de nuestro deportista Alex Quiñónez, el mejor velocista de nuestra historia”, informó el Ministerio del Deporte de Ecuador sobre el deceso del actual campeón panamericano.

El crimen se registró cerca de la medianoche del viernes 22 de agosto, cuando el atleta y otra persona que se encontraba con él en la calle murieron tras un ataque a bala.

Quiñónez formaba parte del equipo de atletismo del FC Barcelona de España y participaba regularmente en los campeonatos de clubes en suelo ibérico.

Nacido en la costera localidad de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, Quiñónez fue medallista de bronce de los 200 metros del Mundial de Doha, Catar, 2019 con un registro de 19,98 segundos, detrás del estadounidense Noah Lyles (19,83) y el canadiense André De Grasse (19,95).

Pero la mejor marca del corredor de 1,76 metros de estatura y 65 kilos de peso fue de 19,87 segundos en los 200 planos en la reunión de la Liga Diamante de Lausana, Suiza, en ese mismo año.

Luego de ser finalista en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando logró el séptimo lugar, Quiñónez dejó por un tiempo el atletismo.

Regresó a los entrenamientos en 2017 apuntando a una medalla en Tokio, pero no pudo participar en esa cita.

Su ausencia obedeció a una sanción de la Federación Internacional de Atletismo por no notificar correctamente su paradero para los controles antidopaje fuera de competición.

Álex Quiñónez, asesinado en Ecuador

“Solo Dios sabe lo que va a pasar”, fue el último mensaje del atleta en Instagram.