En el documento se especifica que los clubes respetarán las medidas y disposiciones del Estado para evitar la propagación del coronavirus en el país y que reanudarán actividades cuando reciban la respectiva autorización.

Sin embargo, el protocolo estipula las normas de seguridad que se pretenden implementar en primera división, segunda, Copa Colombia y liga femenina en el momento que haya luz verde para jugar.

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Es así como se pide un periodo de entrenamiento previo a la competencia de 15 a 30 días con toma de muestras moleculares desde 28 días antes.

Cada equipo espera inscribir un máximo de 25 deportistas para prácticas de máximo 10 jugadores, cada una con test rápidos en su antesala para descartar la enfermedad en los participantes de las mismas, así como paso obligatorio por cámaras de desinfección.

En los viajes aéreos, suspendidos actualmente, aspiran a contar con distancia suficiente entre cada futbolista dentro del avión, mientras que en los hoteles pedirán pisos aislados y habitaciones individuales.

Por último a cada estadio solo podrá asistir el siguiente personal, que será sometido a exámenes rápidos de COVID-19:

– 16 jugadores por equipo
– 3 miembros de cuerpo técnico por equipo (DT, AT y PF)
– 3 colaboradores por equipo (médico, kinesiólogo y delegado)
– 2 utileros por equipo
– Un comisario de campo
– 4 recogebolas
– Cuerpo arbitral
– Un oficial de seguridad
– 10 personas de logística
– 2 brigadistas contra incendios
– 10 auxiliares de enfermería, un médico, un asistente y una ambulancia
– 8 instaladores de vallas
– Encargados de la transmisión por TV

El texto, que deberá ser estudiado por las autoridades del país para determinar si tiene viabilidad, plantea que cada partido sea sin público y tenga transmisión por televisión.