“Las gigantes”, como se las apoda, perdieron por 20-0 contra Colombia por decisión de la organización, sin que la pelota picara una sola vez en el Coliseo Eduardo Dibós.

Era todavía la fase clasificatoria, pero las argentinas vieron frustradas sus chances de subir al podio tras presentarse a jugar contra Colombia con su camiseta alternativa azul, en lugar de hacerlo con su casaca titular blanca, como estaba previsto.

Tras los himnos, ambos equipos se presentaron a jugar de azul oscuro. Las argentinas con vivos blancos, y las colombianas de azul con vivos amarillos; una diferencia que haría imposible distinguir a unas de las otras en el vértigo del juego.

El encuentro fue demorado y, mientras se deliberaba, los argentinos corrieron a buscar la indumentaria, pero el tiempo de tolerancia se agotó y las cafeteras presentaron una queja. La distancia entre la Villa Panamericana con el Coliseo Eduardo Dibós complicó el ida y vuelta. Aun así, al llegar las camisetas Argentina insistió en disputar el partido.

La Confederación Argentina de Básquet (CABB) informó en Twitter cuando la ropa estuvo en el estadio, pero luego comentó que “Colombia no accedió a jugar el partido igual y, de esta manera, Argentina pierde los puntos del partido quedando eliminada de los Juegos Panamericanos”.

“Nada justifica el error”, se excusó la entidad ante un ejército de tuiteros enojados que contrastaron lo ocurrido con las mujeres y el profesionalismo que rodea al básquet masculino, campeón panamericano y orgullo argentino. Medios locales hablaron de “papelón”.

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Las argentinas se agarraron la cabeza y quedaron con la bronca por no poder embocar la medalla a la que aspiraban. Su potencial y posibilidades habían sido demostrados en la actuación de una parte del equipo, ganador de la plata en la modalidad de básquetbol 3×3 en Lima-2019.

Sin embargo, tras perder con Estados Unidos en el debut, debían ganar este encuentro para seguir aspirando a clasificar, mientras que Colombia venía de ganarle a Islas Vírgenes y con la segunda victoria se instaló en semifinales.

El jefe de equipo albiceleste, Hernán Amaya, asumió la responsabilidad y presentó su renuncia, al igual que la Directora de Desarrollo del básquet femenino, Karina Rodríguez.

El jueves, las argentinas enfrentarán a Islas Vírgenes y Colombia a las estadounidenses.