La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca de 600 millones de personas se enferman anualmente por Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) y, lo más grave, 420.000 mueren.
Las ETA son enfermedades que surgen por ingerir agua o alimentos contaminados con agentes infecciosos o tóxicos (parásitos, virus, bacterias y químicos).
El agua contaminada (por desechos humanos, animales o químicos) puede causar cólera, fiebre tifoidea, meningitis y hepatitis A y E, entre otras.
Las infecciones alimentarias pueden ser provocadas por agentes infecciosos vivos (bacterias, virus) en el alimento, mientras que las intoxicaciones alimentarias, por toxinas (venenos) elaboradas por bacterias o por agentes químicos que contaminan la comida.
EPS Famisanar: síntomas para identificar las ETA
Los síntomas pueden aparecer horas, días o semanas después.
- Náuseas /vómito.
- Calambres abdominales y molestias en el estómago.
- Diarrea que dura más de 3 días.
- Dolor de cabeza.
- Cansancio y debilidad general.
- Visión borrosa.
Es clave que la personas que presenten alguno de estos signos tomen acciones inmediatas y acudan al médico si presentan heces y/o vómitos con sangre, temperatura bucal superior a los 38 °C, hormigueo en los brazos, deshidratación, ausencia de orina, aturdimiento, sed excesiva o sequedad de boca.
Cómo prevenir las ETA
Desde EPS Famisanar se hace énfasis en que la prevención es la única salida para evitar las ETA.
- Lavarse las manos antes de preparar alimentos y a menudo durante la preparación
- Lavarse las manos después de ir al baño.
- Lavar y desinfectar todas las superficies y equipos usados en la preparación de los alimentos.
- Proteger los alimentos y las áreas de cocina de insectos, mascotas y otros animales (guardar los alimentos en recipientes cerrados)..
- Separar alimentos crudos y cocinados.
- Separar siempre los alimentos crudos de los cocinados y de los listos para comer.
- Usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos o tablas para cortar, para manipular carne, pollo y pescado, entre otros alimentos.
- Conservar los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.
- Cocinar completamente los alimentos, especialmente carne, pollo, huevos y pescado.
- Hervir alimentos como sopas guisos para asegurar que ellos alcancen 70°C para carnes rojas y pollo, cuida que los jugos sean claros y no rosados. Se recomienda el uso de termómetros.
- Recalentar completamente la comida cocinada.
- No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas.
- Refrigerar lo más pronto posible los alimentos cocinados y los perecederos.
- Evitar guardar comida mucho tiempo, aunque sea en la hielera. Los alimentos listos para comer para niños no deben ser guardados.
- Evitar descongelar los alimentos a temperatura ambiente.
- Utilizar agua tratada en tus preparaciones de alimentos.
- Seleccionar siempre alimentos sanos y frescos.
- Elegir alimentos que ya estén procesados como la leche pasteurizada.
- Lavar frutas, verduras y hortalizas, especialmente si las vas a consumir crudas.
- Evitar utilizar alimentos después de la fecha de vencimiento.

Consumo excesivo de alcohol es un causal de fallecimientos
El consumo excesivo de alcohol pone su salud en grave riesgo, generando adicción y dependencia. Esto provoca una incapacidad para establecer límites, y el cuerpo desarrolla tolerancia, necesitando aumentar la cantidad de alcohol, lo que golpea el bienestar físico y mental. Según la OMS, más de 3 millones de personas mueren al año por el exceso de alcohol, representando el 5,3 % de todas las muertes. Esta problemática inicia a temprana edad, a menudo antes de los 15 años, afectando el desarrollo cerebral y otros órganos.
La OMS estableció el 15 de noviembre como el Día Libre del Alcohol para fomentar la conciencia y el consumo responsable. El uso nocivo de alcohol es causal de más de 200 enfermedades y trastornos; el 25 % de las defunciones en el grupo de 20 a 39 años son atribuibles a este consumo, provocando defunción y discapacidad a una edad temprana.
Los efectos del alcohol a corto plazo incluyen euforia y desinhibición, pero también pérdida de coordinación y habla incoherente. A largo plazo, causa daño hepático (cirrosis), problemas cardiovasculares, hipertensión y dependencia. También genera problemas sociales, depresión y ansiedad.
Dejar el alcohol trae múltiples beneficios, pues previene diversos cánceres, protege el corazón y mejora la salud mental y la calidad del sueño. Para prevenir o limitar el consumo, se recomienda buscar ayuda profesional, evitar la presión social, cambiar de entornos y practicar deporte.
Las intoxicaciones por sustancias químicas son otro riesgo grave. La OMS indica que la exposición frecuente causa cerca del 25 % de las intoxicaciones y se relacionan con enfermedades vasculares y cáncer. Aproximadamente 30.000 muertes al año en el lugar de trabajo se deben a intoxicaciones agudas. El tipo de sustancias peligrosas incluyen metanol, plaguicidas, metales, gases, sustancias psicoactivas, medicamentos y solventes. La principal causa de intoxicación química es la ingesta de bebidas adulteradas con metanol. Si se sospecha una intoxicación, se debe acudir inmediatamente a urgencias.
En EPS Famisanar señalan que los síntomas comunes de intoxicación química son: quemaduras alrededor de la boca, aliento con olor a químicos, confusión, somnolencia, mareo, vómito persistente y dificultad para respirar. En casos de emergencia (pérdida de consciencia, convulsiones o sobredosis), se debe ir a urgencias. Para prevenir, almacene químicos bajo llave en su envase original, compre licor solo en establecimientos legales, verifique que el envase tenga etiqueta clara, banda de seguridad intacta y el mensaje legal de advertencia sobre el exceso de alcohol.
LO ÚLTIMO