Esto se debe a que algunos contratos se terminan para estas fechas, bien sea por decisión del empleado o del empleador.

Cuando se termina un contrato de trabajo, el empleado recibe un último ingreso económico conocido como liquidación laboral. Este entendido como el “pago de las prestaciones sociales a las que tiene derecho un trabajador como contraprestación de sus servicios”, según El Espectador.

Para facilitar este trámite, generalmente se contrata a un contador. Sin embargo, hay herramientas digitales que te dan la opción de hacer el proceso por ti, sin necesidad de intermediarios.

 

¿De qué se trata?

La calculadora de liquidación es una herramienta online que no requiere de intermediarios como abogados o contadores y en tan solo 5 minutos se podrán conocer los cálculos para realizar la liquidación de un empleado, así como recibir los documentos, soportes de las prestaciones, vacaciones e indemnizaciones en el caso que apliquen.

La calculadora acepta todas las cusas de terminación de contrato (renuncia, despido con o sin justa causa, mutuo acuerdo o terminación de contrato para término fijo) y por el momento funciona para contratos de máximo año y medio.

¿Para qué empleados aplica?

Funciona para todos los tipos de empleado de contratación directa (incluyendo trabajadores domésticos) ya sean internos o externos, contratos verbales, fijos o indefinidos jornadas completa o por días. Para contratos de máximo 1 año y medio.

 

¿Cómo funciona?

Es muy simple, lo primero es acceder a la página web: www.calculadoradeliquidacion.com

Después, hay que completar los datos básicos de contacto del empleador o la empresa, los datos básicos del empleado a liquidar, llenar los datos de contacto como salario, fechas de inicio, liquidación y jornadas y realizar el pago de forma segura vía PayU a través de una Tarjeta de crédito o por Baloto o Efecty (el costo por liquidación es de $30.000)

Recuerda que como empleador tienes un límite de 15 días para realizar el pago de la liquidación, acompañado de un certificado laboral y una autorización de exámenes médicos para la persona que finaliza el contrato.