El domingo 28 de noviembre, la Fórmula 1 despidió a sir Frank Williams, el fundador de la escudería que lleva su nombre. La máxima categoría del automovilismo mundial despidió así a un hombre que estuvo en los ‘paddocks’ desde principios de los años 70 hasta 2019, cuando su hija Claire vendió el equipo al fondo de inversiones Dorilton. Ni siquiera un accidente en 1986 que lo dejó en silla de ruedas le impidió seguir siendo una de las figuras con sus monoplazas.

Los últimos años de su escuadra fueron un eco de los primeros del Frank Williams Racing Cars, un equipo luchando por financiarse y dependiente de pilotos de pago como Pastor Maldonado o Nicholas Latifi. Pero en el medio, su genialidad y la de Patrick Head lo dejaron como el equipo más importante de las décadas de los 80 y 90. Todo empezó en 1979, cuando era visto como hoy día se ve a Haas o Alfa Romeo, una escuadra luchadora pero que le faltaba algo.

1979-82: Williams-Cosworth FW07

Ese algo llegó de la mano de Patrick Head y Alan Jones en 1979. Un año atrás, Lotus había debutado el “efecto suelo” en la Fórmula 1 , un diseño especial del piso y pontones del auto que permitía un vacío parcial y que el monoplaza se “chupara” al suelo. Lotus ganaría el campeonato de 1978 con Mario Andretti, y Ferrari el del 79 con Jody Scheckter, pero la segunda parte del campeonato tuvo a un Jones avasallador con el nuevo FW07, que ganó cuatro carreras consecutivas (una a manos del segundo piloto, Clay Regazzoni).

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Williams se llevó el campeonato en 1980 de manera brillante con Jones. Al año siguiente, Carlos Reutemann luchó con el Brabham de Nelson Piquet pero se quedó corto en la última carrera, en el parqueadero del Caesars Palace de Las Vegas. Y en 1982, tras la muerte de Gilles Villeneuve y el accidente que acabó con la carrera de Didier Pironi, Keke Rosberg dio una muestra de consistencia para ganar el título. El monoplaza de cuatro años de edad sirvió en las primeras carreras y una evolución, el FW08, lo propulsó al título.

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1986-87: Williams-Honda FW11

Luego de que Nelson Piquet y Nigel Mansell ganaran las últimas tres carreras de 1985, Patrick Head diseñó un automóvil supremamente poderoso, vistoso con su combinación de amarillo, azul y blanco. El motor turbocargado Honda producía 1200 caballos con solo 1.5 litros de capacidad, y la habilidad de los dos corredores les permitió luchar constantemente por los podios. Esto les permitió llevarse de largo el campeonato de constructores en los dos años, pero el de pilotos tuvo más problemas.

Piquet y Mansell se dedicaron a quitarse puntos entre sí, lo que permitió que Alain Prost estuviera siempre cerca. En la última carrera en Australia, Mansell necesitaba terminar tercero para ser campeón, mientras que Prost y Piquet debían ganar. El británico lideraba el gran premio cuando un pinchazo lo sacó de carrera: Williams ordenó cambiar la llanta de su compañero, lo que le dio la punta y el título al francés. Al año siguiente, todos los recursos se volcaron a Piquet para darle el tercer campeonato de constructores al piloto brasileño.

1991-92: Williams-Renault FW14

Prost, junto con Ayrton Senna, dominaron los años entre 1988 y 1991 con sus McLaren, pero Frank Williams y su nuevo diseñador Adrian Newey respondieron con una pieza tecnológica muy destacada. El FW14 incorporaba las últimas tecnologías de suspensión activa (que se ajustaba automáticamente a la pista), caja semiautomática con levas en el timón, control de tracción y frenos ABS. Todo era acompañado por un potente motor Renault de 10 cilindros y 3.5 litros.

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Aunque tomó tiempo ajustar toda la tecnología, Mansell y Riccardo Patrese se ajustaron y dominaron a placer la segunda parte del campeonato 1991. El año siguiente, el piloto británico vengó su derrota de seis años atrás aplastando a sus rivales y asegurando el campeonato con cinco fechas de anticipación, para luego retirarse e irse a la IndyCar. Este auto sería la base también del FW15C, que llevó a Alain Prost al título de 1993.

1994: Williams-Renault FW16

La superioridad de los anteriores Williams y el costo elevadísimo de las tecnologías presentes en estos autos hicieron que la FIA retirara todas las asistencias de manejo para la temporada 1994. Además, Prost se retiró, por lo que Williams llevó al mejor piloto disponible, Ayrton Senna, al auto 2. En el auto 0 (el 1 se lo llevó Prost en su retiro) estaría el hijo del campeón Graham Hill, Damon Hill.

Desafortunadamente, el auto era inestable sin tanta tecnología, lo que terminó contribuyendo al trágico accidente del Gran Premio de San Marino que acabó con la vida de Senna. Hill asumió en unas tremendas condiciones el liderazgo del equipo, y luchó toda la temporada con Michael Schumacher. Al final, la última carrera en Australia tuvo una lucha en la que Schumi chocó a propósito el auto de Hill y lo obligó a retirarse, asegurando su primer título mundial.

1996-97: Williams-Renault FW18 y FW19

Los dos fueron desarrollos muy cercanos entre sí, y ambos llevaron a los últimos campeones de pilotos de Williams. Hill logró dominar a Schumacher luego de su cambio de Benetton a Ferrari, en un año muy duro para el campeón alemán. El mayor rival del británico fue su compañero de equipo, un joven Jacques Villeneuve que venía con el título de la Indycar y las 500 Millas de Indianápolis en el bolsillo. Aun así, Damon logró igualar a su padre y coronarse como campeón, para luego aceptar una oferta multimillonaria de Arrows.

Al año siguiente, Villeneuve aprovechó las condiciones del auto diseñado por Newey y logró luchar con el Ferrari de Schumacher, ya acomodado en la escudería italiana, durante todo el año. El canadiense se impuso en la última carrera, en Jerez, luego de que el alemán hubiera intentado sacarlo de carrera como hizo con Hill en 1994: se ganó la descalificación del campeonato como resultado.

2003: Williams-BMW FW25

El convenio del equipo de Frank Williams con la marca de la hélice en 2000 fue el inicio de su última era de gloria. A un lado Ralf Schumacher, el hermano menor del múltiple campeón mundial, y al otro, Juan Pablo Montoya, que fue repatriado por el propio Frank en 2001 luego de dos años en Estados Unidos donde dejó un campeonato de la CART y su primera victoria en la Indy 500. El FW25 de 2003 fue el auto que más cerca estuvo de ganar el campeonato en los cinco años de cooperación entre Williams y BMW.

Tras un inicio rocoso, en el que Montoya dio destellos, pero no lograba acomodarse, el auto brilló en Mónaco, con la victoria dominante del colombiano. Ralf logró triunfos en Nürburgring y Magny Cours y Juan Pablo en Hockenheim, pero una protesta de Ferrari sobre la legalidad de sus llantas delanteras acabó con la competitividad del monoplaza. Al final Williams fue segundo en constructores, y el piloto bogotano quedó tercero detrás de Schumacher y Kimi Raikkonen.

Las salidas de Montoya y Ralf en 2005 a McLaren y Toyota, respectivamente, también contribuyeron a la decadencia del equipo, que perdió un año después el motor BMW. El peculiar triunfo de Pastor Maldonado en el Gran Premio de España 2012 ha sido el único desde que Montoya abandonó el equipo ganando en Brasil en 2004. Ahora, sin su fundador, la escuadra solo espera volver a la competitividad de los tiempos de Mansell, Prost y Alan Jones.