En Colombia se venden a diario una gran cantidad de carros usados. Esa, definitivamente, es una buena noticia para la economía del país, pero un gran problema que puede surgir es que esos, tal vez, no estén en las mejores condiciones para ser comercializados.
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La única y mejor opción para conocer el estado mecánico y técnico de un carro usado es a través de un peritaje. Eso sí, ese proceso debe ser hecho por personal calificado y confiable, con el fin de saber si ese auto que quiere comprar es apto para salir a las calles.
El procedimiento de peritaje puede incluir una evaluación de los neumáticos, el motor, la transmisión, suspensión, frenos y luces, entre otros componentes, que hacen que sea seguro comprar un vehículo que ya ha pasado por las manos de otros dueños.
Aunque no es una regla, el precio de un peritaje de un carro, en un buen taller, podría costar entre los 100.000 y 190.000 pesos. El de una camioneta llegaría a un valor entre los 120.000 y 220.000 pesos, con IVA incluido.
No es que esa evaluación se deba ver como un gasto, sino que debe tratarse de una inversión para preservar su seguridad y la de los demás. De hecho, ese proceso le puede ayudar a negociar un mejor precio del vehículo, puesto que determinar qué fallos podría tener el mismo o si, por ejemplo, estuvo involucrado en algún accidente, bajaría su costo.
En todo el país, se han popularizado carros usados de las marcas Chevrolet, Renault y Mazda que, en muchos casos, pueden costar hasta 20 millones de pesos y tienen gran salida en el mercado, por lo que se ajusta al presupuesto que tienen muchos compradores.
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